Bombas. La policía busca evidencias junto a la estación de autobuses de Diyarbakir, en el sureste de Turquía.
Al menos 33 personas murieron ayer por bombardeos de aviones de las fuerzas gubernamentales sirias contra el pueblo de Deir al Asafir, al este de Damasco, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los fallecidos hay doce menores de edad, nueve mujeres, un profesor, dos efectivos de la "policía" de los rebeldes en esa localidad y un voluntario de la Defensa Civil.
Los aviones efectuaron catorce ataques aéreos contra una zona próxima a un hospital y una escuela de Deir al Asafir, ubicada en la región de Guta Oriental, el principal bastión de la oposición en la periferia damascena.
Anoche, hubo enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y combatientes de facciones islámicas, entre las que figura el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, en Guta Oriental.
Según la ONG, en las últimas semanas, los efectivos gubernamentales han intentado avanzar en esa área y cercar Deir al Asafir, donde residen unas 2.700 familias.
Actualmente, está vigente un alto el fuego en Siria, iniciado a finales de febrero, entre el Gobierno y la Comisión Suprema para las Negociaciones, la más importante alianza opositora.
Atentado
Un coche bomba explotó ayer al paso de un autobús de la policía en la ciudad ciudad de Diyarbakir, en el sureste de Turquía, causando un saldo preliminar de cuatro muertos y al menos 14 heridos, informaron fuentes de seguridad turcas.
La explosión se produjo cerca de una estación de autobuses de Diyarbakir, la mayor ciudad del sureste del país, predominantemente kurdo, de acuerdo con los primeros reportes difundido por el diario turco Hürriyet.
Varias ambulancias fueron enviados al lugar de los hechos para trasladar a los heridos, la mayoría policías, al Hospital Militar de Diyarbakir.