Atacados. Un hombre observa la marcas de sangre que quedaron de uno de los tres atentados que sucedieron en Bagdad.
Al menos diez personas murieron y 37 más resultaron heridas ayer en tres nuevos atentados yihadistas registrados en zonas chiitas de esta capital, en el marco del mes sagrado de Muharram, el primero del calendario musulmán en el que está prohibido luchar.
El ataque más mortífero se registró en el este de la capital iraquí en medio de decenas de peregrinos chiitas, que se preparaban para la ceremonia oficial por el inicio del mes de Muharram, en el que los fieles conmemoran el martirio del imán Husein, nieto del profeta Mahoma.
Funcionarios iraquíes informaron que cinco personas murieron y 22 más más resultaron lesionados en el ataque, cuya responsabilidad se atribuyó el grupo extremista Estado Islámico (EI), que opera en Siria e Irak, según un reporte de la televisión iraquí Al Sumaria.
En un comunicado, el grupo islamista afirmó que la agresión fue planeada y orquestada por sus combatientes activos en el oriente de Bagad y que estuvo dirigida contra los chiitas, que consideran infieles y traidores a la religión islámica.
Funcionarios iraquíes dijeron a Al Sumaria, bajo condición de anonimato, que otros dos ataques se registraron poco después en el sur de Bagdad, provocando la muerte de cinco personas y lesiones a al menos otras 15, varias de ellas de gravedad.
Los atentados se registraron en momentos en que las fuerzas iraquíes se preparan para retomar el control de la norteña ciudad de Mosul, capital de facto del emirato establecido por el EI en las partes conquistadas de Irak y Siria en 2014.
El lunes pasado, al menos 14 personas murieron y más de 40 resultaron heridas por una serie de atentados suicidas registrados en el sur, norte y oriente de esta capital, cuya autoría también se atribuyó el grupo radical.