Muertos. Obras de teatro en diferentes lugares, como la que se observa son parte del espectáculo.
La fiesta del Día de Muertos se ha convertido en un importante producto turístico para el Puerto de Mazatlán.
Desde hace 12 años los mazatlecos han sabido sacarle provecho a las tradiciones mexicanas y han convertido el Día de Muertos en un gran espectáculo monumental, multiescénico y multitudinario para festejar a los seres queridos que se han ido y atraer la atención de visitantes extranjeros, principalmente de EU y Canadá.
Antier martes por la noche se realizó una muestra con más de 400 personas entre artistas y voluntarios participaron en la callejoneada y en los recorridos por el interior de la Escuela de Artes de Cultura y del Teatro Ángela Peralta para celebrar el Día de Muertos bajo el nombre de la Revolución de la Muerte,
El punto de encuentro fue la Plaza Machado, en donde las personas que solicitaron sus boletos gratuitos con tiempo disfrutaron de un espectáculo de grandes ciudades, en donde no se minimizo en recurso humano, artístico, maquillaje, ya que todos estaban coordinados para sorprender a quienes por primera vez visitaban el puerto, esta fiesta o que son lugareños.
El producto turístico año con año toma mayor fuerza y es del gusto de lugareños y turistas extranjeros que visitan este puerto.
El concepto sorprendió a los visitantes, a los extranjeros, ya que no es el concepto tradicional de sólo asustar a los que caminan en la obscuridad del teatro, sino de maravillarse de la representación, del bailable, de las coreografías hechas para mirar el maquillaje de las calaveras en cada uno de los participantes.
El concepto de entrar al teatro usando la obscuridad e iluminación violeta permitía a los invitados que usaban color blanco resaltar sus prendas o facciones.
Parecía una gran fiesta de los difuntos entre los seres vivos.
La entrada al teatro se hizo tras bambalinas, por lo que al caminar salían calaveras, personajes disfrazados en forma de zombies o de la propia muerte. A cierta distancia que se caminaba se hacia una representación, se bailaba y se cantaba, o bien, se asustaban.
Algunos gritaban, otros reían y muchos se sorprendían, ya que nadie sabía que seguía al caminar en estrechos espacios con poca luz.
Mientras artistas mundiales reconocidos también cantaban, Juan Gabriel no podía fallar y cantar desde querida o el Noa Noa.
La parte más interesante fue estar sobre el escenario del teatro, sí como lo oye. Nadie sabía por dónde se caminaba y cuando se pidió que se detuvieran uno de los telones subió y todo fue emoción. Beetlejuice se hizo presente en una representación que causó muchos aplausos más que terror. Después el telón del otro lado se abrió y ahí estaba un payaso vestido de blanco, quien entre la obscuridad cantaba y maravillaba a los presentes con la canción de las Brujas de Cri Cri, ya que se veían guantes blancos con listones que brincaban de un asiento a otro. Los niños estaban contentos, aunque algunos no alcanzaban a ver el espectáculo por lo reducido del lugar y el gran número de personas.
La fiesta siguió con representaciones de la muerte, mostrando a la sociedad con un ataúd y hojas secas muertas, debido a que la ambición global de los empresarios están acabando con el mundo.
Las paredes del teatro a las afueras sirvieron para hacer rapel, teniendo en el fondo la proyección de una película antigua.
Altares de muertos, pan de muerto que se regalaba a los presentes hicieron que los presentes se lleven un gran recuerdo de México, de las tradiciones del Día de Muertos con un toque muy sinaloense.
El Director General del Instituto de Cultura de Mazatlán, Raúl Rico González, responsable de la producción y organización de este evento, comentó que este evento se ha convertido ahora en un gran suceso anual, acuña el término revolución, entendida como todo lo que irrumpe un proceso y lo cambia y a partir de ahí se desarrollará un monumental espectáculo que tomará las calles del Centro Histórico como espacio para la convivencia social y mostrar las entrañas del teatro a través de 23 escenarios para llevar al público de sorpresa en sorpresa.
Las cifras del impacto económico de este producto turístico no se precisaron, sin embargo, se mostró que el turista extranjero que vive en el puerto por varios meses disfruta de estas tradiciones mexicanas en el Día de Muertos.
