Varios cientos de personas reclamaron ayer en Argentina acabar con la violencia machista, en una marcha en la que los tambores y los cánticos reivindicativos pusieron banda sonora a un recorrido que inició en el Congreso y acabó en la Casa Rosada.
La ONU celebró ayer el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un problema "generalizado" y "agravado por la impunidad" que requiere de mayores esfuerzos de la comunidad internacional para acabar con esta "pandemia de salud pública".
Episodios de violencia contra las mujeres se registran en todo el mundo, por eso la ONU lanzó ayer una campaña para resaltar la necesidad de financiar los esfuerzos para combatirla.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió desde Abu Dabi a los gobiernos que "demuestren su compromiso aumentando drásticamente el gasto nacional en todos los sectores correspondientes, en particular en apoyo de movimientos de mujeres y grupos sociales".
Aunque señaló que hay "un creciente reconocimiento mundial" de que se trata de "una violación de los Derechos Humanos, una pandemia de salud pública y un serio obstáculo para el desarrollo sostenible", Ban señaló que este problema "sigue siendo generalizado, agravado por la impunidad de estos crímenes".
Así, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, alertó de que la Unión Europea es testigo de "una preocupante tendencia que pone en peligro los logros que se daban por sentados" y pidió que los medios de comunicación asuman su responsabilidad en una lucha que es "principalmente cultural" y sin margen "para la complacencia".
La indefensión de muchas mujeres frente a esta violencia queda patente en iniciativas como la lanzada en Estambul, donde desde las diez de la noche los conductores de autobús hacen paradas a petición de las usuarias para dejarlas lo más cerca posible de sus casas e intentar reducir los casos de agresión sexual callejera.
Una medida que se adopta "una vez más" para proteger a la mujer "en lugar de educar al hombre", señaló Armagan Sagam, de la Asociación de Mujeres por la Paz en Turquía, país donde la mitad de las mujeres ha sufrido algún tipo de agresión verbal o física en la calle, según una encuesta de la Universidad de Hacettepe.
Latinoamérica registra las tasas más altas de feminicidios en el mundo, una región que es señalada por ser "tolerante" ante la violencia contra las mujeres y niñas, con ausencia de estadísticas oficiales y políticas que llevan a que los pocos casos que son denunciados queden en la impunidad.
Recientemente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), reveló que en promedio 12 mujeres son víctimas de feminicidio a diario en la región, una cifra tan alarmante que en una docena de años, de continuar la media, las asesinadas pueden llegar a unas 54 mil.
La asesora en América Latina y el Caribe para la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas de la ONU, Adriana Quiñones, dijo que estas estadísticas muestran que "hay una tolerancia a la violencia generada contra las mujeres".
Por otro lado el papa Francisco, desde el Vaticano, también tuvo palabras para condenar "el drama de la violencia". "¡Cuántas mujeres padecen el peso de la vida y el drama de la violencia! El Señor quiere que vivan libres y con plena dignidad", escribió en su Twitter.
Factores
Las mujeres en todo el mundo viven indefensas:
⇒ La dependencia económica y las uniones tempranas son las principales causas para que las mujeres caigan en situaciones de violencia.
⇒ Crece la necesidad de realizar un mayor esfuerzo frente a los delitos de género y la desigualdad contra mujeres y niñas.