Amalia Pérez rompió el récord mundial al levantar 130 kilogramos. (Cortesía)
La deportista mexicana Amalia Pérez obtuvo la medalla de oro en el levantamiento de potencia, dentro de la categoría de los menos de 55 kilogramos, en actividad de los Juegos Paralímpicos Río 2016.
La atleta tricolor firmó una imponente actuación para subir a lo más alto del podio, pues rompió récord mundial y paralímpico al soportar 130.0 kilogramos y dejar atrás a la nigeriana Esther Oyema (127) y a la china Cuijuan Xiao (115).
Pérez Vázquez, previo a la competición, advirtió que la delegación tricolor de powerlifting era fuerte y ella demostró en Río 2016 el por qué es una de las competidoras fuertes a nivel nacional e internacional.
La experimentada pressbanquista, desde 1991 práctica esta disciplina, impuso su fortaleza, astucia y técnica para registrar la mejor puntuación en las instalaciones del Ríocentro Pabellón 2 y se entonara el Himno Nacional Mexicano.
Amalia Pérez hizo válida su experiencia paralímpica y sin preocuparse levantó más que las restantes ocho competidoras, a pesar de que inició su camino al oro con un intento fallido de 120.0 kg, mismo peso que soportó en su segunda oportunidad.
En el tercer y último intento, la capitalina le subió a las pesas 10 kilogramos para superar a la nigeriana Oyema, quien con 127.0 tenía la presea de oro en su poder.
Con 130.0 kilogramos, Amalia Pérez rompió las marcas, aumentó la cosecha de medallas paralímpicas en su trayectoria y una vez más dio muestra de su potencial. Todavía motivada por lo hecho, buscó aumentar el récord mundial y paralímpico con 132.0 kg, pero vio la luz roja de intento fallido.
La mexicana ganó plata en Sidney 2000 y Atenas 2004, mientras que en Beijing 2008 y Londres 2012 se adjudicó el oro, mismo color de presea que ayer se colgó en Río 2016 para ser una de las deportistas más triunfadoras del país.
RUVALCABA DOMINA EN JUDO
Lenia Ruvalcaba aplicó el ippon para cerrar el combate con técnica ganadora a falta de un minuto con 25 segundos, para apaciguar el arropo que recibía de la competidora brasileña que tuvo que conformarse con la plata en la final de judo de los Juegos Paralímpicos.
La jalisciense consiguió el ippon gracias a dos wazari para dejar sin posibilidades a la sudamericana y de inmediato Ruvalcaba dio el salto de felicidad.
Martins Maldonado además tenía un shido, una amonestación, que todavía le complicó más el combate, por lo que tuvo que arriesgar de más para que la mexicana tuviera la capacidad de demostrar mejor técnica y poner de espalda a su contrincante.
Con el judogi azul, su color favorito, Ruvalcaba Álvarez logró su segundo metal paralímpico luego que en Beijing 2008 alcanzó la plata y ahora mejoró su resultado al subir a lo más alto del podio en la categoría de hasta 70 kilogramos.
La repartición de las medallas de bronce fueron para la venezolana Naomi Santo, quien superó a la croata Lucija Breskovic, y para la uzbeca Gulruh Rahimova, quien venció a la húngara Nikolett Szabo, ambas triunfadoras superadas por Ruvalcaba.