(Primera parte) Seguro estoy que cuando algún escritor y/o investigador se atreve a escribir sobre algún personaje que haya trascendido, dejando un legado artístico, cultural, deportivo, científico, filosófico, acude, ya no a enciclopedias, pues éstas han pasado de moda, sino a los nuevos métodos que nos ofrece la tecnología moderna para saber que tanto se ha escrito al respecto.
Vemos con agrado que hay tanto de estos personajes, que prácticamente ya es imposible agregar alguna novedad que haya pasado por alto para todos estos investigadores y puedo decir que me uno a todos y cada uno de ellos: cuánto me gustaría agregar algo nuevo de lo cual no haya encontrado en la múltiple información que ya revisamos, toda la biografía que escribiera en 1995 el tenor e historiador dominicano Arístides Inchaustegui y lo publicado por el Cronista de Lerdo, Prof. José Luis Vargas Garza, el 26 de enero del 2014.
Puedo decir que esto me pasó a mí; encontré tanta información del personaje que ahora abordo que quise agregar algo nuevo y esto fue lo que realicé. Primeramente, quise tener en mi poder una copia certificada de su acta de nacimiento y recurrí a todas las instancias posibles para poder tener en mi poder un documento que es de vital importancia, como es un documento que acredite nuestra identidad, acudí a la Oficialía del Registro Civil de la población donde ocurrió su nacimiento y lamentablemente me informaron que sus archivos tan sólo datan desde más de dos décadas después de este acontecimiento.
Me orientan al Archivo Histórico del que sin duda este documento debe de estar en ese lugar de la capital del estado, proporcionándome el número de un teléfono que a pesar de mis insistentes marcadas durante varios días, jamás contestaron, como ya es posible conseguir este documento en cualquier oficialía del registro civil de cualquier población de otro estado, acudí a una de ellas y tras buscar en sus computadoras tal documento, tampoco esto fue posible, por lo que realicé el viaje a la capital del estado visitando varias oficinas de gobierno donde me canalizaban a otras dependencias hasta que al fin llegué al lugar indicado, al Archivo Histórico del estado, ubicado en las antiguas instalaciones de la feria y fue allí donde después de dar tan sólo el nombre completo, la fecha, el lugar de nacimiento y los nombres de sus padres, se dieron a la tarea de buscar entre cientos de libros clasificados por cada uno de los municipios del estado, llevando a la vista los años de 1908, 1909 y 1910, no encontrándose en ninguno de ellos el registro de nacimiento de la persona buscada, ni mucho menos algunas personas que estuvieran registrados con los nombres de los múltiples hermanos cuyo nombre proporcioné.
Dado lo anterior, me rendí ante tal búsqueda, lo mismo realicé al tratar de conseguir una fe de bautismo, documento tan importante máxime antes de las Leyes Reforma de 1859, acudiendo a la parroquia principal de la población, y tras buscar por varios años después de la fecha de nacimiento proporcionada, lamentaron no haber encontrado entre sus registros este documento.
Finalmente, me orientaron a que buscara en otra parroquia cercana al lugar y vía telefónica traté de conseguir lo mismo, y tras amablemente buscar durante varios años después de la fecha de nacimiento proporcionada, no se encontró nada al respecto; finalmente, como es mi costumbre, trato de llegar, si es posible, hasta el cementerio mismo donde reposan los restos de mi personaje en investigación por lo que me dirigí, conociendo el lugar de su fallecimiento vía telefónica al cementerio de la capital del país, donde podrían haber inhumado a mi personaje y de seguro existiría un certificado de defunción con el o los diagnósticos causantes de su fallecimiento, así como el nombre y la firma del médico que lo extendió, sin embargo tan sólo obtuvimos la información de que sus restos no se encontraban inhumados en dicho lugar, por lo que desistí de ese deseo y me aboqué a lo que ya está escrito y publicado en las redes sociales actuales, dando su crédito, por supuesto a los investigadores que me antecedieron.
Sin embargo, buscaremos familiares en su pueblo natal para ver si logramos más información.
No obstante, no queriendo pasar inadvertido este acontecimiento como es recordar un aniversario más de su partida y sobre todo tratándose de un acontecimiento que sucedió en un lustro más, abordamos la historia de este gran personaje que trascendió mundialmente y que para orgullo de los laguneros nació en la vecina población de Cd. Lerdo, Ciudad Jardín, Durango
