Fondos recaudados para apoyo a la familia los planean utilizar para apoyar a otros niños en esta situación. (INTERNET)
Betany Thompson era una niña de 11 años de edad que tras sufrir bullying en su escuela, se suicidó el pasado miércoles.
A sus 3 años de edad fue diagnosticada con un tumor cerebral, que combatió durante años utilizando tratamientos de radiación. En el 2008 logró vencer el cáncer, pero tras años de radioterapia, le causó daños en los nervios, lo que cambió la forma de la sonrisa de Bethany. Esto, y su cabello rizado, llevaron a que los niños la molestaran y acosaran.
El ultimo día de Bethany, le dijo a su mejor amiga que no podía más, e iba a terminar con su vida, inmediatamente, la amiga le platicó a su papá quien llamo a la mamá de Bethany, Wendy Feucht pero fue demasiado tarde. Su padrastro ya la había encontrado muerta tras dispararse con un arma que se encontraba guardada en su casa.
“Hay una pieza que falta, he tenido esta constante en mi vida durante 12 años y ahora se ha ido”, dijo Feucht. “Nada va a llenar ese hueco”.
“Ella era mi princesa, mi niña. La vida giraba alrededor de ella para mí”, dijo el padre de Bethany, Paul Thompson.
Cerca de 400 personas acudieron a la Iglesia Metodista Unida de North Lewisburg el domingo para recaudar fondos que ayuden a cubrir los gastos del funeral así como también mostrarles las cartas de condolencias que llegaron a la escuela de Bethany desde diferentes lugares del país.
La familia planea utilizar los fondos restantes para crear una beca con el nombre de Bethany y concienciar contra el acoso escolar.
Feucht quiere que otros aprendan de la experiencia de su hija y que el recuerdo de Bethany viva como un recordatorio de la importancia de una tolerancia cero hacia el bullying.