¡Niño, déjate ahí!

El tema de la masturbación puede ser ruborizante o hasta incómodo para muchos papás, pero es un tema que se debe tratar con naturalidad, sobre todo porque es parte del crecimiento de sus pequeños.

El médico especialista en pediatría, Miguel Fernando Rodríguez Orozco explica que esta etapa de auto exploración en los pequeños inicia a partir de los dos años edad, en la etapa denominada “etapa fálica del desarrollo”, y dura hasta los seis años de edad.

Y de acuerdo con el sitio Baby Center en Español, en esta etapa, puede que el bebé sienta tanta curiosidad por sus genitales tanto como explorar sus dedos de los pies o su ombligo, o bien si recién ha dejado el pañal, puede que sea la primera vez que tenga contacto con ellos.

De acuerdo con el médico, tanto en los niños como en las niñas, es común que se toquen sus genitales, puesto que es parte de su desarrollo natural, insiste.

“Lo hacen porque es una actividad que además de permitir el reconocimiento de sus genitales proporciona una sensación placentera, agradable al tocarlos”, explica el pediatra.

El reconocimiento de las diferencias de los genitales entre ambos sexos, y el descubrimiento de la sensación agradable al tocarlos, es completamente normal.

“Niño, déjate ahí”, es una expresión que debe estar fuera del vocabulario de los papás. Y es que de acuerdo con el especialista, no es “bueno” asustar a los pequeños para que no se toquen.

“De ninguna manera, porque ellos no abrigan otra intencionalidad al hacerlo que la del reconocimiento y familiaridad con los propios genitales”, explica el doctor Miguel Rodríguez.

Por el contario, recomienda a los papás decirles a sus hijos “que esos órganos son parte de su cuerpo, de niño o de niña, lo que de alguna manera nos hace apenas diferentes, pero no en el sentido de superioridad en algún sentido por parte de uno de los sexos”.

Los niños muestran curiosidad sexual y hacen muchas preguntas, las cuales se contestarán proporcionando la información que él o ella requieran, asegurándose, antes de responder, qué es lo que quiere saber y no tratar de dar demasiada información que no pueda asimilar por ser prematura o excesiva, y que en vez de aclarar sus dudas le dejará más confundido(a) o desorientado (a).

Sobre algunas dudas de los padres de familia, sobre si la masturbación infantil es igual en niñas y en niños, explica que no se puede decir que un niño o niña de 11 años o menos practiquen la masturbación, porque aunque continúan con las prácticas de auto exploración sexual como parte del desarrollo psicosexual, la manipulación de los genitales no se hace con la intención específica de obtener excitación sexual ni tienen fantasías sexuales.

Que a diferencia de los niños, ocurre ya en los adolescentes, y el término científico utilizado, en vez de masturbación, es el de autoerotismo, que es la estimulación manual de los órganos genitales con la intención, típicamente, de producir excitación sexual y el orgasmo.

En este tema, comenta que el autoerotismo (masturbación) en adolescentes fue ampliamente condenada en la mayoría de las sociedades premodernas, y ha sido sujeto de intensas y persistentes supersticiones y tabúes extremos; “sin embargo, existe evidencia de que las actitudes contemporáneas acerca de ella se han vuelto crecientemente tolerantes de esta conducta, aun en nuestro país”, comenta el especialista.

El médico insiste en que la masturbación infantil, no se ha comprobado que sea físicamente peligrosa. Mientras que el portal especializado en pequeños y futuras madres, señala que “No causa ningún daño físico, no presenta ningún riesgo para la salud y no significa que tu hijo se convertirá en un maníaco sexual. La masturbación en los niños no es sexual (como lo es para los adultos) porque los niños no saben lo que es el sexo”.

¿Es común que los niños jueguen con otros a tocarse?

Sí, en esa etapa de 11 años o menos. En esta etapa el niño o niña ya han logrado una identificación psicosexual y tendrán que desarrollar una tipificación del rol sexual y definir las actitudes hacia su propio sexo y hacia el otro sexo. Los niños suelen competir entre sí comparando el tamaño de sus genitales, o viendo quien es capaz de orinar o escupir más lejos. También es común que tengan exploraciones sexuales.

Para el médico pediatra, el abuso sexual infantil es uno de los tipos de maltrato infantil y está tipificado como un delito, y se define como “toda participación de un niño o adolescente en actividades sexuales que no está en condiciones de entender, inapropiadas para su edad y su desarrollo psicosexual, forzada, con violencia o seducción, o que transgrede los tabúes sociales”.

Entre los factores de riesgo están: ser mujer, tener entre 5 y 12 años, tener alguna discapacidad, percepción de vida familiar infeliz, baja autoestima, abuso previo, familia en situación de riesgo psicosocial, ausencia de la madre y vivir con patrones de socialización rígidos y autoritarios.

La reacción inmediata ante un abuso sexual suele ser el aplanamiento afectivo, irritabilidad, ansiedad, sentimientos de culpa, vergüenza y deterioro de la imagen de sí mismo. Posteriormente depresión, trastornos de conducta, mal rendimiento escolar, somatizaciones.

Recomendaciones

Más que tratarlo, de acuerdo con Miguel Rodríguez, los padres deben prevenirlo, enseñando a los niños a reconocer su cuerpo y diferenciar y reconocer las partes privadas. Enseñándoles la diferencia entre secreto bueno y secreto malo. Los niños deben aprender a decir que no ante aquellas circunstancias en que se sientan incómodos, obligados o desconfiados. En caso necesario, deben ser capaces de solicitar ayuda.