No es sólo la cama

La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse sino que representa una generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones que el adolescente experimentará al interactuar con otra persona, define la especialista Gema Rodríguez García.

La experta de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud consideró importante que los padres de familia proporcionen al adolescente conocimientos que le permitan desarrollar conductas y comportamientos sexuales que protejan su salud.

Durante esta etapa, indicó, inician cambios físicos y psicológicos que condicionan el desarrollo de la sexualidad y de la identidad sexual.

La experta explica que culturalmente se ha abordado el tema a través de consecuencias negativas como tener un embarazo no deseado o contraer alguna enfermedad de transmisión sexual, pero no se le dice que hay una sensación de placer al tocarse, abrazarse o besarse.

Esta situación ocasiona que cuando los jóvenes se involucran con otra persona y empiezan a sentir 'bonito', manifiestan cierta confusión que los conduce a tener una relación sexual no planeada ni protegida.

Comentó que existe un conflicto entre los padres sobre el momento en que deben hablar de sexualidad con sus hijos, el cual es exactamente cuando el niño o adolescente manifiesta esa inquietud.

En primera instancia, abundó, el padre debe cuestionar a su hijo o hija sobre dónde escuchó sobre el tema y qué sabe. Si no se tiene la respuesta, dijo, se vale decir, no sé pero vamos a buscar la información.

Rodríguez García además hace particular énfasis en que desde edad temprana se les debe enseñar a los niños a conocer su cuerpo para que lo respeten y lo cuiden.

SEIS BÁSICOS ANTES DE LA INTIMIDAD

La sexualidad responsable es sin duda una prioridad, ya que debemos estar conscientes que nuestra salud es muy importante. Es por ello que aquí aconsejamos un plan a seguir antes de tener intimidad, lo que importa es sentirse cómodos y hablar con franqueza acerca de lo que se espera en los encuentros sexuales.

Gustos sexuales: es muy importante que antes de estar en un ambiente donde todo conlleve a una relación sexual, se hable directamente de lo que nos gusta y disgusta, qué prácticas nos excitan y cuáles nos desagradan, con qué posiciones disfrutamos y cuáles nos provocan dolor, así como qué tipo de situaciones se van a permitir durante el contacto sexual.

Protección: la pareja debe considerar siempre y en todo momento el uso condón, sobre todo en parejas no estables, parejas nuevas o parejas de riesgo, el condón salva la vida ya que es el único que protege de infecciones de transmisión sexual. Si le sumamos un método anticonceptivo, por ejemplo uno de larga duración como el implante subdérmico, una varilla muy pequeña que el médico coloca debajo de la piel en el antebrazo de la mujer, discreto, reversible, efectivo y que protege por tres años, la pareja estará bien protegida de un embarazo no deseado.

Higiene: hay que tener cuidado a la hora de elegir el jabón para la vagina, en el caso de las mujeres, se debe elegir uno especial para esta zona o bien usar agua y jabón neutro para conservar el pH vaginal. En el caso de los hombres es importante es tener una buena higiene y salud genital, mantener el prepucio libre de esmegma (secreción blanquecina o bolitas blancas entre el glande y el prepucio), cuidar que no huela mal, abstenerse de la actividad sexual en caso de tener verrugas genitales, las cuales deben ser revisadas por un médico. Además, en prácticas anales se debe utilizar el condón siempre, ya que el pene se puede contaminar con las bacterias de la zona.

Fantasías: antes de hablar sobre las fantasías se debe tener muy claro si nuestra pareja entiende que la fantasía no es un hecho real, sino una idea que tiene un toque de deseo y de imaginación. Y antes de comunicarle la fantasía es necesario evaluar dónde están los parámetros de esa persona, porque si se haces una petición que vaya en contra de sus creencias, educación y pensamientos, se podrías generar un conflicto de pareja grave. Por eso es necesario evaluarlo y recordar que a veces las fantasías están en nuestra mente, pero en la práctica pueden no resultar tan satisfactorias.

Complicidad: un cómplice de travesuras, risas y sexo es una de las cosas más maravillosas que se puedes encontrar. En el sexo se necesita un cómplice de orgasmos y satisfacción. Aquí el punto de partida es la comunicación: hay que ser abiertos y francos, di lo que esperas de la relación y si se alinean en lo que piensan, sienten y quieren, has encontrado al cómplice que alimentará la parte de tus deseos. Hay mucho por descubrir en la sexualidad, recuerda que tener sexo va mucho más allá del acto, se puede hacer el amor hablando, con una mirada, jugando y descubriendo.

Expectativas: es fundamental plantearse claramente qué se quiere y qué se espera de una relación. Hacerse preguntas como: “¿Para mí qué significa la relación que tenemos?”. “¿Es importante dar un paso más formal, quizá formar una familia?”. “¿Para mí eres exclusivo o no llevo a cabo la exclusividad?”, todos los factores importantes que se tienen que aclarar sobre qué tipo de relación quieres y qué futuro se busca en ella.

Hoy el sexo es más informal, producto de la realidad que se está viviendo, si se ha decidido ser proactivo y llevar el control durante el encuentro amoroso o sexual, se debe recordar que esto implica la prevención, que la libertad en la parte sexual va acompañada de responsabilidad ante el cuidado y bienestar, con uno mismo y con la otra persona.

Hay que evitar situaciones que conllevan riesgo tanto de infecciones de transmisión sexual como el virus del papiloma humano como de embarazos no planificados y evitar caer en prácticas donde se descuide la integridad física por no medir los riesgos y permitir conductas sexuales violentas. La recomendación para los jóvenes es darse espacio y tiempo para analizar cada una de las relaciones en las que se quiere participar y practicar sexo seguro.