La lechuga, en todas sus variedades, es un alimento que aporta muy pocas calorías por su alto contenido en agua, su escasa cantidad de hidratos de carbono y menor aún de proteínas y grasas. En cuanto a su contenido en vitaminas, destacan la presencia de folatos, provitamina A o beta-caroteno, y vitaminas C y E. Pero cabe destacar que la variedad iceberg es la que menor cantidad de vitamina C presenta. Se recomienda para las personas que sufren insomnio y para mejorar las bronquitis leves. Diurética.
El consumo de lechuga estimula la eliminación de orina, por lo que resulta adecuado en aquellos casos en que haya que estimular a los riñones para aumentar la micción, en enfermedades como obesidad, hipertensión arterial, hidropesía (acumulación de líquidos en el cuerpo con hinchazón de los tejidos) edemas , dolor de riñón ( nefritis), cálculos renales, insuficiencia renal, inflamación de la vejiga urinaria (cistitis), etc. Igualmente se utiliza como apoyo en las dietas destinadas a rebajar el azúcar de la sangre, mediante la eliminación de líquidos corporales. (Decocción al 50 % de hojas de lechuga durante 10 minutos. Tomar un par de vasos al día).
La lechuga presenta propiedades carminativas, liberando el organismo de las molestas flatulencias evitando la sensación de llenado del estómago y vientre. (Beber el líquido de la decocción anterior) Este mismo preparado es estomacal y ayuda a facilitar la digestión y proteger el estómago aliviándolo de las inflamaciones intestinales.
La lechuga mejora la circulación, previene la arteriosclerosis y disminuye el colesterol (Ensaladas de lechuga cruda o lechuga frita) Sedativa: La lechuga tiene un efecto tranquilizante. Ayuda a calmar los nervios, controlar las palpitaciones y a dormir mejor por las noches, evitando el insomnio.
Si se consume ensaladas habitualmente, es importante elegir adecuadamente el tipo de lechuga para las ensaladas o recetas. Los diferentes tipos de lechuga tienen diferentes grados de valor nutricional. Si es lechuga romana, es importante que se comprenda su contenido calórico y los beneficios para la salud que esta hortaliza aporta al organismo.
La lechuga es el complemento perfecto para una dieta especializada en la pérdida de peso. Para perder peso de forma eficaz, se debe reducir la ingesta de calorías diarias. Debido a que la lechuga sólo contiene 17 calorías por ración, se puede comer en grandes cantidades y aun así, perder peso. Además, la lechuga tiene un alto contenido de agua, lo que puede ayudar a satisfacer el apetito más rápido. Es aconsejable incluir la lechuga en los almuerzos o cenas, en forma de ensalada para mejorar los esfuerzos para perder peso.
El alto contenido en fibra de la lechuga hace que sea un excelente complemento para limpiar el tracto digestivo. En concreto, la lechuga contiene 2 g de fibra por ración, que es el 7 por ciento del valor diario recomendado de fibra. La fibra es una sustancia que no se digiere, por lo que actúa como una esponja empujando los residuos a través de tu tracto intestinal. Las dietas altas en fibra, se han asociado a un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y diabetes. Para aumentar su eficacia, es recomendable que se beba al menos ocho vasos de agua al día, en caso contrario, se podría sufrir estreñimiento o expulsar unas heces demasiado compactas.
El alto contenido de vitamina C de la lechuga hace que sea un vegetal saludable para el corazón. Una ración de lechuga puede proporcionar hasta 4 mg o un 40 por ciento de las necesidades diarias recomendadas de vitamina C. En particular, la vitamina C evita que el colesterol se vuelva pegajoso y se adhiera a las paredes de los vasos sanguíneos. Por lo tanto, si se sufre una enfermedad cardiaca o se tiene un historial familiar de enfermedades cardiacas, se debería incluir una o dos raciones diarias de lechuga en la dieta, con la finalidad de mantener el corazón sano.
El potasio no sólo es esencial para la salud del corazón, sino que también es necesario para la fuerza muscular. Si los niveles de potasio son bajos, se puede experimentar una debilidad muscular. Por lo tanto, el consumo de alimentos ricos en potasio es esencial para mantener la fuerza muscular. Una ración de lechuga proporciona 247 mg o un 10 por ciento de las necesidades diarias recomendadas de potasio. La combinación con el consumo de otras frutas, verduras y legumbres ayudarán a alcanzar la ingesta diaria recomendada de potasio.
La lechuga es un alimento rico en vitamina K ya que 100 g. de esta verdura contienen 113 ug. de vitamina K. La lechuga se encuentra entre los alimentos bajos en calorías ya que 100 g. de este alimento contienen tan solo 19,60 kcal.