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NORMATIVIDAD AGROPECUARIA

LA FIBROMIALGIA Y LA MORINGA

AGUSTÍN CABRAL MARTELL

La fibromialgia (o síndrome de fatiga crónica) es un problema muy común, pero al mismo tiempo complejo. Su tratamiento debe ser abarcado desde varios enfoques, la dieta, el ejercicio, los tratamientos médicos tradicionales y los más alternativos. Es una enfermedad de la que es difícil deshacerse que se puede sufrir en diferentes partes del cuerpo y sus causas son varias.

El principal síntoma de la fibromialgia es el dolor en el cuerpo, sensibilidad de las articulaciones, músculos y otros tejidos blandos. Pero no es lo único que se padece, ya que esto lleva al cansancio, trastorno del sueño, mal humor y debilitamiento, entre otros.

La moringa como remedio para la fibromialgia. La moringa, una planta oriunda del Himalaya, es uno de los remedios naturales mejor reputados últimamente por los que padecen fibromialgia.

Las hojas de moringa ayudan a complementar una dieta gracias a su contenido de minerales, vitaminas, aminoácidos y compuesto fenólicos. Entre ellos se puede encontrar vitaminas A, B, C y E, arginina, calcio, proteínas, carbohidratos, omegas 3, 6 y 9, potasio y zinc.

Generalmente a quienes padecen fibromialgia se les aconseja que consuman la moringa en comprimidos o pastillas, de esta forma se aprovechará mejor y usar más cantidades de que se podría en infusiones de sus hojas.

Además de proveer de beneficios nutricionales ,por los que algunos se atreven a llamarla "superalimento", la moringa actúa como energizante. Muchos pacientes que la han probado aseguran que a los dos o tres días de tomar comprimidos ya sintieron más energía y se encuentran más incentivados para realizar actividades cotidianas que antes les parecían imposibles. Lo mejor es que al mismo tiempo alivia el dolor significativamente. Lamentablemente no del todo, ningún remedio hasta la actualidad ha sido capaz de aliviar completamente esta dolorosa enfermedad, pero juntando varios tratamientos es posible tener una mejor calidad de vida.

El uso de la moringa: Cada cuerpo humano es diferente y aunque sea un remedio natural es importante que se consulte en estos casos con un médico. Generalmente se debe consumir unos 2000 mg diarios, distribuidos en dos pastillas de 1000 mg, uno a la hora de desayuno y otro a la hora de la comida. Si se siente cansancio y dolor por las mañanas se puede duplicar la dosis, es decir, dos pastillas en el desayuno y dos en la comida.

Se puede distribuirlas de otra forma, algunas personas toman 3 pastillas al día, una por la mañana, otra a la tarde y otra por la noche. Sin embargo, uno de los efectos secundarios de la moringa, al ser un potente energizante es que puede causar insomnio. Pero no se tiene más que probar cómo actúa en el cuerpo y cómo se sienta esta nueva energía que se incorpora al organismo.

Otras formas de tratar la fibromialgia:

•Dieta para la fibromialgia. Nada mejor que la alimentación para combatir este problema. Comer saludablemente, sin procesados y tóxicos, es una de las cosas que mejor harán sentir.

•Cloruro de magnesio. El consumo de magnesio es una de las cosas que mejor hace para combatir la fibromialgia. Así es como se tiene que probar si se llega a necesitar.

•Suplementos alimenticios para la fibromialgia. Una excelente forma de combatir este mal es mediante algunos suplementos. Es cuestión de dar con el que te funcione mejor.

Por otro lado, el diagnóstico es fundamentalmente clínico. Los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares son normales. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en el examen clínico de los síntomas del paciente realizado por un médico. No hay ninguna prueba diagnóstica específica, pero, sin embargo, es importante realizar algunas pruebas analíticas para descartar otras enfermedades, como, por ejemplo, las enfermedades reumáticas, la artritis o la osteoporosis que tienen síntomas similares y requieren otros tratamientos.

Finalmente, la fibromialgia es una enfermedad crónica, benigna, con múltiples factores que influyen en ella. Por eso debe afrontarse con múltiples estrategias y ser perseverante (ejercicio físico, hábitos de vida, medicación, entre otras). Aunque no exista una cura, se pueden hacer muchas cosas para sentirse mejor.

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