Novak Djokovic va por el 'grande' que le falta

Novak Djokovic, número uno del mundo y dominador absoluto del tenis actual, parte como principal favorito para ganar Roland Garros, y conquistar así el único Grand Slam que le falta, el mismo que Rafael Nadal busca ganar por décima vez.

Ambos, por motivos diferentes, centran la atención del torneo, que no olvida el buen momento que atraviesa Andy Murray y que no descarta sorpresas, como la que el año pasado brindó Stan Wawrinka.

Nadie duda de que uno de esos cuatro levantará el próximo 5 de junio la Copa de los Mosqueteros, la primera del siglo a la que no opta Roger Federer, ausente de un grande por vez primera en 65 torneos.

Los datos y estadísticas no dejan lugar a dudas de que Djokovic, que cumple hoy 29 años, es el favorito, porque ha ganado todos los grandes desde la final de París del año pasado, ha dominado al resto de los favoritos y su hegemonía no muestra grietas.

Sin embargo, el serbio afronta en la tierra batida francesa su principal fantasma, la última frontera que le resta por conquistar, una deuda pendiente con la historia para integrar el club de las siete leyendas que han coleccionado los cuatro Grand Slam.

Tres finales perdidas, dos de ellas contra Nadal y la del año pasado frente a Wawrinka, muestran que Djokovic tiembla cuando atisba la Copa de los Mosqueteros.

Nadal ha comenzado una labor de reconquista que, paso a paso, le acerca de nuevo a la cumbre. El español se crece en París, donde sólo ha sufrido dos derrotas en toda su carrera.

Por todo ello, el mundo del tenis aguarda ya con impaciencia la eventual semifinal que le enfrentará a Djokovic el 3 de junio próximo, el día en el que el de Manacor cumplirá 30 años.

El serbio, por su parte, cayó en la segunda ronda de Montecarlo y, aunque posteriormente conquistó Madrid, dejó muestras de sus limitaciones en Roma, dominado en la final por Murray.

Un partido que hace del británico un candidato creíble a la victoria final.

El cuarto en discordia lo es porque defiende título y porque Wawrinka, en un buen día puede ganar a cualquier rival, aunque su temporada de constantes altibajos no es un argumento en su favor.