NUESTRO RECOMENDADO EL TANGO DE LA GUARDIA VIEJA
Arturo Pérez-Reverte se pone el sombrero y saca una cigarrera en "Falcó", su novela sobre un extraficante de armas convertido en espía español en el período de entreguerras.
"Cuando escribí 'El tango de la Guardia Vieja' me ocupé de los años 30, dejé unas cuantas puertas abiertas, me la pasé muy bien con ese período, ropa, modas, costumbres, lugares, aquella Europa era fascinante", dijo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde presentará su obra más reciente.
"Una novela de espías ahora es muy vulgar, en esas películas de Tom Cruise ya está todo, es teléfonos, drones. En los años 30 había tintas invisibles, mujeres misteriosas, trenes, sombreros".
Pérez-Reverte incluye minuciosamente estos elementos en la novela, aunque aclara que son detalles, no descripciones. "Dan el carácter de realidad a las cosas, el lector con eso puede recomponer al personaje".
Aunque trabaja para el Servicio Nacional de Información y Operaciones, Falcó no comparte su ideología, es sólo un espía a sueldo.
"Es un ser de los años 30, no de ahora, un asesino, un torturador, un mujeriego, un traficante de armas, un tipo nada recomendable, no voy a darle principios morales a un personaje que no lo es", dijo Pérez-Reverte.
El algún momento se queja de que las mujeres prefieran acostarse con los canallas que con los caballeros. "Y como es un canalla se van con él".
Los falangistas son una constante en la historia. Su presencia tiene un eco más grande en la actualidad ante las corrientes de ultraderecha que han comenzado a cobrar fuerza en el mundo.
"Viví 20 años en países en guerra y he visto totalitarismo, he visto guerra, matanzas, he visto fascismos, he visto comunismos y la historia se repite cíclicamente, ya tocaba", dijo Pérez-Reverte, quien dijo que tomó mucho de su experiencia como reportero de guerra.
Para
Leer
En librerías
El tango de la Guardia Vieja, de Arturo Pérez-Reverte:
⇒ Bajo el sello editorial de Alfaguara.
⇒ Disponible en e-Book.