Dicen que no hay algo más grande que el amor de una madre, pero existen algunas madres que son asfixiantes, controladoras y posesivas. Esta es la historia de la película rumana ganadora de un Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, La postura del hijo.
A través de la perversa personalidad de una madre obsesionada por controlar y buscar lo mejor para la vida de su débil y enfermizo hijo, interpretada por Luminita Gheorghiu, el director Calin Peter Netzer aborda en este drama el tema de la corrupción y la injusticia ante el poder y el dinero.
La dominante, exitosa y manipuladora Cornelia Keneres, quien se muestra con esa personalidad desde el inicio de la trama, busca salvar de la cárcel a su hijo, Barbu (Bogdan Dumitrache) después de que éste atropella a un niño en una carretera por conducir a exceso de velocidad.
Haciendo uso de sus influencias, la protagonista intenta manejar la situación y evitar que su hijo sea castigado por la justicia, al mismo tiempo trata de controlar la vida de Barbu e incluso actúa y decide por él. También busca manipular a su no tan apreciada nuera, Carmen a quien considera que no es el mejor partido para su hijo, para que actúe conforme a sus intereses y lo convenza de hacer lo que ella decide.
Se trata de un material de 112 minutos construido a base de primeros planos pues la trama se desarrolla, casi en su mayoría, en lugares cerrados, como el apartamento del hijo, la estación de policía y su casa.