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Retratos de familia, de Karen Plata

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EL SIGLO DE TORREÓN

Blanco sobre blanco la máxima abstracción de Malévich nos transporta directamente a la poesía. Blanco sobre blanco la poesía entrecruza con ese color todos los lenguajes, supremacías de la pureza en percepción y emoción; también el recuerdo es abstracción.

Una mancha cegando un poco, una sábana blanca en al aire detenida y cayendo en lenta flotación abre y corta el tiempo y el espacio de la poesía en Retratos de familia de Karen Plata, Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2015, editado por el Fondo Editorial Tierra Adentro de la Secretaría de Cultura.

Espacios en blanco, indeterminación que es la libertad bidireccional de creador y cocreador, es la evocación que pasa entre lo que se dice y el silencio, mientras se arma un álbum de familia. Cada imagen provoca sentir que estamos revelando una narrativa codificada en lo secreto de la mirada eternamente fija de una vaca blanca, pero "el mundo jamás ha sido un círculo, es un rectángulo que se rompe, es un rectángulo con cuatro lados que quisieran estar juntos, pero que ellos mismos se detienen", la vaca es el cielo y el infierno que confinan territorios íntimos móviles y al mismo tiempo estampados.

El pasado es una invocación de lo subterráneo, traerlo al presente parece requerir de un trance. Cuánto de reconstruir implica evidenciar el olvido, los hilos que van atando las imágenes permanecen en sinestesias como la vaca y las moscas, que figuran lo infinito y la multiplicación. Señalan por igual el campo y el termómetro; movimientos entre lo abierto y lo cerrado, entre el letargo y la rapidez repartidos en el pastar de la vaca y el zumbido de las moscas atrapadas en la casa con pocas ventanas, las moscas que: "me parece crecen sin saber para dónde".

En lo familiar se incluyen los cuervos y la gallina que corre sin cabeza, que viene a darle a Retratos de familia una atmósfera de los Cuentos de la selva de Quiroga, de violencia aletargada pero presente: "Mi niña se come los ojos. Ojos viejos. Los picoteó una gallina. Voltea y extiendo los brazos. Si no le hago caso me voy a convertir en un cerdo. Puedo sentir otro brazo que me nace del torso y me duele".

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