Un triángulo amoroso de indescifrable solución, las turbulencias y esperanzas de la revolución y el inhóspito paisaje de Rusia como telón de fondo dieron forma a "Doctor Zhivago", una de las obras maestras de David Lean y de cuyo estreno ayer se cumplen cincuenta años.
Basado en el polémico libro del Nobel ruso Boris Pasternak, el filme capturó la épica de una compleja narración que encontró en Lean a un director ideal, especialista en superproducciones y proyectos de gran envergadura pero dotado también de una certera habilidad para retratar los ambientes íntimos y privados.
Antes de "Doctor Zhivago", Lean había conquistado los cines con "Lawrence of Arabia" (1962), otro filme colosal con el que ganó siete Óscar.
Fue tras el éxito del filme protagonizado por Peter O'Toole cuando le ofrecieron adaptar la obra de Pasternak, que había sido censurada en la Unión Soviética y que se publicó por primera vez en el bloque occidental en Italia en 1957.
"Lo mejor que he leído desde hace no sé cuánto tiempo. Me gusta por su humanidad, su enorme comprensión de las pasiones, afectos y desamores", afirmó entusiasmado el director, según el libro de Stephen Silverman "David Lean", tras leer una novela que, no obstante, planteaba problemas de adaptación por su longitud y por abarcar épocas diferentes.
"Estaba realmente conmovido. Lloré (con el libro), de verdad", añadió Lean sobre una novela que se centraba en la figura del cirujano y poeta Yuri Zhivago y sus dilemas románticos con su mujer Tonya y su amante, la misteriosa Lara, en plena revolución bolchevique.
"La historia de 'Doctor Zhivago' es muy simple", argumentó Lean. "Un hombre está casado con una mujer pero ama a otra. El truco estaba en conseguir que el público no condenara a los amantes".
La película se convertiría en todo un clásico de Hollywood, ganó cinco Óscar y dejó para la historia del cine imágenes inolvidables de los paisajes nevados de Rusia, la dureza de la guerra y la pobreza, los dilemas de la revolución bolchevique, las dudas románticas de Yuri Zhivago y, en el apartado musical, la famosísima banda sonora de Maurice Jarre.