En la tribuna. Michelle y Barack Obama, presidente de EU, acompañados del presidente de Cuba, Raúl Castro, en el juego de beisbol entre Tampa Bay y un combinado cubano en el Estadio Latinoamericano de La Habana.
El presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, pidió ayer que en Cuba haya libertad política y aunque reconoció las diferencias ideológicas entre ambos países, aseguró que su estancia en la isla busca enterrar el último resquicio de la Guerra Fría en el continente.
En un esperado encuentro con la sociedad civil que fue transmitido en vivo por la televisión estatal, el mandatario dijo que su país no impondrá el futuro a la isla y que confía que será decidido por los cubanos, en un mensaje salpicado de frases en español que sorprendió a varias personas.
Aseguró que la prosperidad de la gente depende no sólo de la educación o la salud, sino también de la libertad para expresar libremente sus ideas sin ser detenido y tener, por ejemplo, acceso a Internet.
Obama se reunió más tarde con disidentes y luego asistió junto a su colega el presidente cubano, Raúl Castro, a presenciar un partido de beisbol, antes de partir hacia Argentina y concluir su histórica visita a la isla caribeña.
"Creo en el pueblo cubano", dijo ayer por la mañana en el teatro Alicia Alonso de La Habana, donde desde un palco lo escuchaba el presidente Castro.
"El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano", señaló en español. "Cuba debería tener elecciones libres", dijo.
Obama reiteró que el embargo sólo ha dañado al pueblo cubano y pidió al Congreso de su país que levante esta restricción que Estados Unidos impuso a la isla hace más de cinco décadas.
Obama realiza una histórica visita a Cuba en el mayor gesto diplomático desde que en diciembre de 2014 ambos países acordaron restablecer relaciones.