Foto: Archivo Siglo Nuevo
A pesar de que existe preocupación entre la población debido a los alarmantes niveles de obesidad en el país, y de que las autoridades de salud pública han lanzado diversos programas para combatirla, la problemática, lejos de disminuir ha aumentado.
La prevalencia de la obesidad en México aumentó en las últimas dos décadas y mientras en 1998 menos de la mitad de la población tenía sobrepeso actualmente lo padecen siete de cada 10 adultos, señaló recientemente el especialista Simón Barquera Cervera.
El director del área de investigación en Políticas y Programas de Nutrición del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) mencionó que más de 14 enfermedades se asocian a la obesidad.
Además produce daños renales, por lo que se convirtió en la primera causa de trasplantes de riñón, lo que conlleva al desarrollo de diabetes y esta, a su vez, a problemas de ceguera y pie diabético, una de las principales causas de amputaciones en el país.
Detalló que la obesidad también provoca infartos, accidentes vasculares cerebrales, hipertensión, enfermedades cancerígenas, problemas anímicos y de depresión.
INSOSTENIBLE
El egresado de la Licenciatura en Medicina de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) subrayó que se trata de un problema de salud que afecta a uno de cada tres niños.
“Estamos ante una epidemia que ha ocurrido en poco tiempo y pensamos que se debe a cambios en el entorno”, mencionó en entrevista en el marco del Día Mundial de la Obesidad promulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado 12 de noviembre.
Según el especialista la comida mexicana ahora contiene más cantidades de grasa, azúcar y sal, además de que una cuarta parte de las calorías consumidas proviene de bebidas endulzadas como los refrescos. A eso se suma la falta de actividad física que redujo la calidad de vida de las personas, un fenómeno que se repite en todo el mundo.
En las regiones de menores recursos, ya sea el sur del país o en zonas indígenas, señaló Barquera Cervera, se reportan epidemias graves de diabetes y de enfermedades cardiovasculares, vinculadas con la obesidad y el sobrepeso.
“Estamos en un nivel de colapso en salud pública, pues se prevé que la población se duplicará en los siguientes 35 años”, aseveró el investigador.
De ahí que si no comienza a comer mejor, seguirá alimentando una enfermedad que puede provocar invalidez y con los recursos que el Estado destina para esos fines no habría forma de sostenerla financieramente.
Sobre el material educativo en torno a la obesidad, elaborado por la maestra en nutrición Claudia Radilla Vázquez, responsable del Programa UAM Saludable de la Rectoría General de la Casa abierta al tiempo, comentó que es una iniciativa de la UAM que busca acercar a los jóvenes e involucrarlos en la comprensión de la problemática.
La publicación titulada Aprende con Reyhan y sus amigos informa sobre cómo mantener una dieta saludable y evitar enfermedades.
Indicó que es una edición importante y necesaria para la sociedad porque expone de manera clara y sencilla las causas de la obesidad, aunque también contiene recomendaciones para lograr una nutrición sana y mejorar los hábitos alimentarios.
IGNORANCIA Y OBESISDAD
La ignorancia es la primera causa de la obesidad en México, debido a que la población no le da importancia al peso excesivo como antecedente de enfermedades, ha alertado el experto Rafael Álvarez Cordero, de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Señaló que la población trivializa esa enfermedad, “les preocupa más que no les quede la ropa, no caber en un sillón o cambiar su aspecto, que dañar su corazón, pulmones o articulaciones”.
Indicó que el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, que publicó la secretaría del ramo en 2010 y que contiene la Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad, señala que esta última se triplicó en México en las dos décadas pasadas.
Resaltó que la segunda causa del aumento de este mal en el país es que no hay suficiente educación en la materia, se carece de un programa útil y coherente; además, el enfoque de las campañas no es el correcto.
En las escuelas no se habla ampliamente de la salud, los textos son limitados y la falta de educación impera tanto en el ámbito familiar como en el escolar, acotó el doctor en Ciencias Médicas.
El panorama es preocupante, pues la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad se presenta en uno de cada cuatro niños, esto es, 26 por ciento; mientras que uno de cada tres adolescentes la padecen, lo que equivale a 31 por ciento.
Ambas han aumentado en todas las edades, regiones y grupos socioeconómicos, lo que ha llevado a México a ocupar el segundo lugar en el mundo en obesidad en adultos, detrás de Estados Unidos, y el primero en infantil, abundó el experto en cirugía de obesidad mórbida.
Álvarez Cordero expuso que el 90 por ciento de las personas con sobrepeso tiene problemas de autoestima. “Las limitan, se burlan de ellas, también son discriminadas en el trabajo”.
LAS RECOMENDACIONES DE SIEMPRE
Disminuir la ingesta de carbohidratos como las harinas y evitar las bebidas azucaradas como los refrescos y jugos, son las principales recomendaciones que los especialistas hacen a la población en su lucha contra la obesidad, así lo señala Edith Hernández Tirado, jefa del Departamento de Enfermedades Crónico No Transmisibles de la Secretaría de Salud.
Según dijo, esta pandemia a nivel mundial es una de las alarmas que se tiene en salud pública, por ello la importancia de informar a la población en general sobre las medidas de prevención y cuidado ante este padecimiento.
Señaló que se trata de un padecimiento que se presenta en todas las edades debido a los estándares de vida que actualmente se llevan, y que consiste en una mayor carga energética con una disminución en lo que respecta a la actividad física.
En el caso de la dependencia estatal, agregó, además de dictar varias conferencias para las enfermeras, médicos y nutriólogos, también trabajan en fomentar y sensibilizar entre los poblanos sobre los estados de vida saludables para prevenirla.
“No hay dietas milagro, ni recurrir a otros métodos porque podemos descompensar a nuestro organismo y ocasionar otro tipo de enfermedad. Se debe acudir con el médico porque cada uno de nosotros somos diferentes y necesitamos un tipo de alimentación diferente y el médico es la persona idónea para orientarnos”, mencionó.
La especialista refirió que en el caso de los niños, la mejor medida de prevención está en los estilos de vida de los padres. Por ello, la recomendación es evitar consumir alimentos ricos en grasas y azúcares y optar por verduras hervidas, seguir la guía del Plato del Buen Comer como base de la dieta, consumir agua natural e incluir una actividad física que puede ser un espacio para compartir con la familia.