En lo que representa una nueva escalada de tensión geopolítica, las potencias occidentales Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Canadá condenaron ayer en un comunicado conjunto al gobierno sirio y a su aliada Rusia por impedir la entrada de ayuda humanitaria a Alepo, la ciudad más grande de Siria, y por el bombardeo de instalaciones civiles y médicas.
"Condenamos la forma de actuar del régimen sirio y sus aliados internacionales, especialmente Rusia, de impedir los envíos de ayuda humanitaria", así como por "los ataques del régimen sirio a instalaciones civiles y médicas, y el empleo de bombas de barril y armas químicas", subraya el texto.
Además, el documento pactado por los jefes de Estado y Gobierno de estos seis países insta a que se acuerde de forma "inmediata" una tregua "para que la ONU pueda llevar ayuda humanitaria a las personas en el este de Alepo y pueda ayudar a aquellos que han huido" de esta ciudad.
"La oposición siria ha aceptado el plan de cuatro puntos de la ONU para Alepo. El régimen (sirio) debe aún aceptar ese plan.