Enseguida rezó un Avemaría, bendijo a todos en nombre de Dios y les deseó “que pasen muy buenas noches y que descansen”. (EFE)
El Papa Francisco agradeció a las personas reunidas fuera de la nunciatura apostólica por las varias horas que han pasado en ese lugar para saludarlo y les llamó a confiar siempre en Dios.
Durante aproximadamente ocho minutos besó y saludó a las personas frente a la sede diplomática, tras lo cual emitió un mensaje breve en el cual les invitó a orar por él.
Enseguida rezó un Avemaría, bendijo a todos en nombre de Dios y les deseó “que pasen muy buenas noches y que descansen”.
De camino hacia la sede diplomática recogió los anteojos que a alguien se le cayeron, se los devolvió, bendijo a algunos más y entró.