#NiUnaMenos. Teniendo como marco el día de la Marcha en contra de la Violencia a las mujeres, el motivo banalizado, pero sumamente grave del símil de los trapeadores, se reactivó una discusión que de alguna manera ha estado presente desde hace mucho tiempo. Esto es, el lugar de la mujer en las sociedades contemporáneas.
Aunque el tema tiene décadas en el espacio público no se trata de un debate cerrado, hay posturas más o menos bien dibujadas y hay quien defiende cada una de estas posturas con ya más, ya menos pasión y argumentos.
Nancy Fraser, académica norteamericana, a quien sigo casi con devoción desde hace algunos años, presenta en su libro "Fortunas del feminismo" tres posturas en la evolución de esta lucha. Con sencillez, y a riesgo de simplificar en exceso, las comparto.
A la primera le llama el modelo del "proveedor universal". En ésta, la mujer debe tener oportunidades de acceso de manera paritaria a todos los cargos, empleos y puestos que cualquier hombre, todo bajo el principio: "mismo trabajo, mismo salario". La aspiración es que la mujer se pueda sostener a sí misma y a su familia al ganar su propio salario. El grito de lucha es aquí hacer de la mujer también una ciudadana trabajadora.
Un antecedente característico de esta postura sería la "discriminación positiva", es decir, el establecimiento de cuotas de género para ir haciendo más equitativo el reparto del poder y sus beneficios en las diferentes arenas del mundo social. Un buen amigo me corrigió este punto en la última columna que toqué el tema. En México, los partidos políticos no tienen que cubrir ya cuotas de género al presentar las candidaturas a los puestos de elección popular, la ley marca la total paridad en este ejercicio. Bien anotado.
El enorme esfuerzo para crear empleos para tod@s fue encargado sin más al mercado, con la condición que esos empleos sean equitativos en términos de género. Lo que tenía que ocurrir ocurrió, el hilo siempre se rompe por lo más delgado. En tiempos de crisis global del capital, en la que estamos instalados desde hace ya varios años, el primer indicador de dicha crisis es justamente la falta de empleo.
El problema de fondo en esta postura es que el modelo de persona sigue siendo masculino. La mujer se adapta a estos moldes para su emancipación, los entramados simbólico y material de la vida permanecen intactos. Al fin y al cabo el androcentrismo se perpetúa.
Surge así una segunda opción para remediar con algunas modificaciones esta postura. Habría más bien que incentivar a los hombres a apoyar los cuidados informales con los hijos. El trabajo en el hogar es tan valioso como el trabajo remunerado y reclama igual dignidad. El cuidado de los hijos debe tener el mismo reconocimiento y acceso al bienestar que la sociedad provee.
En este sistema el embarazo, el cuidado de los hijos y las labores domésticas informales son elevadas al nivel del empleo formal remunerado. El papel de cuidar a los hijos y aquel de sufragar los requerimientos materiales del hogar se han de situar a la par, sólo así hombres y mujeres disfrutarán de niveles similares de dignidad y bienestar.
De este modelo se encuentran trazas en la vida real, pero además que resulta ser muy caro en términos monetarios, la marginación de la mujer queda intacta.
Hay una tercera postura que no se ha explorado. Consiste en cambiar los lentes para leer la vida, inducir a los hombres a parecerse más a como son hoy las mujeres: a saber, personas que realizan trabajo de cuidados primario.
La clave para alcanzar la justicia de género en el mundo contemporáneo sería hacer que los actuales patrones de vida de las mujeres se conviertan en la norma para todos. Hoy en día las mujeres combinan a menudo el trabajo remunerado fuera de casa con las tareas del hogar. Las instituciones deberían garantizar que los hombres hagan lo mismo, habría que rediseñarlas de modo que se eliminen las dificultades y las tensiones.
Tarea complicada, pero posible. Traigo a colación un dicho del insigne Foucault: "La necesidad es también un instrumento político, meticulosamente preparado, calculado y utilizado."
Twitter: salvador_sj