¿Los gobernantes creen verdaderamente que nos engañan? Dicen tantas mentiras, que hasta ellos mismos se las llegan a creer.
El slogan dice: "Torreón brilla con luz propia"; ¿Hablarán de la luz que ilumina o del brillo de la corrupción, la impunidad, la ausencia de obras u obras mal hechas o sin terminar? Veamos el Paseo Morelos que lo publicitan como obra acabada y que muestra una verdadera mediocridad, como todo lo que hacen. ¿Ese será el brillo del que hablan?
Los funcionarios de la actual administración presentan una imagen de un Torreón inexistente, y al escucharlos hacen creer que hablan de una ciudad de primer mundo. Cuando presentan maquetas de futuras obras, al verlas nos quedamos maravillados ante el proyecto, pero la realidad es otra. Todo es falso, lo que dicen y presentan.
¿Habrá algo que podamos hacer para que nuestra ciudad verdaderamente tenga un cambio? Pienso que sí, seguir luchando y hay varias formas de hacerlo. Una puede ser observar y cumplir las leyes, otra podría ser subir todas las anomalías a las redes sociales, y otra muy importante es votar con voto razonado e informado en las próximas elecciones. No podemos permitir que unos cuantos decidan y se dé espacio al fraude.
Es urgente promover el desarrollo en nuestra ciudad; es una tarea que nos involucra a todos y a su vez es un desafío imprescindible de participación ciudadana. Esta tarea nos lleva a todos: gobierno, funcionarios, empresarios, creadores de fuentes de trabajo, artistas y ciudadanos a reflexionar sobre la propia responsabilidad de participar para nuestra ciudad que tanto amamos para que sea un espacio digno para las próximas generaciones.
También debemos darnos cuenta, gobierno y ciudadanos, que el futuro se forja con esperanza de un presente prometedor con gente honesta, emprendedora, que busque el bien común y no sólo los propios intereses. Todos sabemos que el beneficio y los privilegios de unos cuantos, tarde o temprano tienen consecuencias y son terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la ambición, la violencia, el tráfico de personas, el secuestro, la extorsión y la muerte. Todo esto referido es lo que causa sufrimiento y temor en nuestra ciudad, en nuestro amado México, en nuestro estado y en nuestro Torreón.
Para superar esta desoladora situación nacida del egoísmo, del individualismo, de la cerrazón, es necesario trabajar por el bien común y por la dignidad de la personas.
El gobierno y los funcionarios públicos deberían estar abiertos al diálogo, a hacer puentes de comunicación con la ciudadanía, en el que haya un verdadero compromiso, y que todos nos entreguemos a construir una política que busque el buen gobierno y se respeten los derechos fundamentales. Una política realmente humana donde la ambición, el egoísmo y el individualismo no den cabida a mayor destrucción de nuestra ciudad.
Los conmino a que hagamos valer nuestra ciudadanía en estos momentos tan aciagos, desesperados, llenos de temor y tristeza, para tener la oportunidad de hacer algo por Torreón.
Es urgente que levantemos la cabeza, que tengamos el valor, que hagamos algo o mucho por las futuras generaciones y que recuperemos la esperanza para que sea la fuerza que nos mueva a lograr nuestros objetivos. Que nuestro espíritu no se amilane, que nuestro corazón no se entristezca. Saquemos adelante a nuestra ciudad para volver a la alegría de verla en progreso. Y así será cuando verdaderamente Torreón brille con luz propia, que será la luz del esfuerzo y lucha de sus ciudadanos.
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