No cabe duda que ni el más atrevido escritor ni el más avezado politólogo hubieran imaginado lo que estamos viviendo en todo el país. Error tras error, y lo grave es la poca disposición del gobierno para reconocerlos y partiendo de ahí, poder enmendarlos.
Vemos funcionarios públicos muy incapaces, muy novatos, y lo peor, muy soberbios. La mejor muestra ha sido el circo de esta semana con el candidato Trump, con el ahora exsecretario Videgaray, y la triste y debilitada figura del presidente Peña.
Gasto gubernamental excesivo, partidas opacas a las que no tenemos acceso los ciudadanos, explicaciones nada claras, necedad en seguir sosteniendo el mismo modelo económico (aunque ya está más que comprobado que no ha funcionado), acciones que en un futuro entenderemos (pareciera que somos tontitos), defender al jefe, aunque sea indefendible; es la tónica de este gobierno. Lo espeluznante del caso es que este modelo se replica a nivel estatal y municipal.
Nuestros gobernantes actúan sin ton ni son, a la menor ocurrencia, y vemos a una población vejada, humillada, traicionada por ellos mismos que nada más ven sus intereses personales y de partido viviendo en campañas políticas permanentes, gastándose el dinero que debiera ser para infraestructura y mantenimiento de la misma.
La región ha vivido uno de los peores y tristes momentos con esta temporada de lluvias, familias enteras que perdieron todo, y cuando decimos todo, es todo: su casa, sus muebles, su ropa, lo mucho o poco que tenían. Y claro que no hay responsables, nadie es culpable de que llueva "atípicamente" en la zona. Pero que no se les olvide que SÍ son responsables de darle mantenimiento a las obras que han hecho, de todos los asentamientos irregulares que existen, de la baja calidad de los sistemas de agua y alcantarillado, de no tener un drenaje pluvial adecuado, del tristemente célebre "alumbrado de primer mundo", del chafísimo pavimento que a la primera lluvia se destruye. No se vale echarle la culpa a los ciudadanos, declarando que somos "cochinos", que tiramos basura, y que por eso se tapan las alcantarillas. Hay algo que se llama mantenimiento, y consiste en que regularmente se supervise todo el sistema y se tomen las acciones pertinentes para que esté en óptimas condiciones.
Así como a nivel federal no entendemos muchas de las acciones del gobierno, en el municipio tampoco. ¿Cómo festejar el aniversario de Torreón con fiestas todos los fines de semana en la Plaza Mayor cuando NO hay dinero en las arcas municipales y sobre todo cuando muchos ciudadanos todavía están sufriendo los estragos de las pasadas inundaciones? ¿Qué no hay acciones más pertinentes por hacer ahora? ¿Qué no se pueden aplicar esos recursos en otras obras más importantes? ¿En dónde está la llamada sensibilidad política?
Como lo dice el título de este escrito, estamos frente a aprendices de políticos, que no le "atinan" a nada. Pobre México, pobre Coahuila, pobre Torreón y pobres nosotros que tenemos a estos señores gobernando.
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