No sé (Averígüelo Vargas), pero lo que sí puedo afirmar categóricamente, es que a los simples ciudadanos de a pie, que somos la mayoría, no sólo no nos benefició, sino que nos perjudicó.
Por ejemplo, a una persona que paga $100 pesos de energía eléctrica, el municipio le carga $50 pesos de DAP (Derecho de Alumbrado Público) en su recibo de luz de la CFE (convenio con el municipio de Torreón); es decir, 50% sobre el consumo de energía, pero con un tope máximo de $146 por bimestre, o sea, $73 pesos por mes. Tomando en cuenta este tope, si una persona consume $300 pesos o más por bimestre, sólo pagaría $146 pesos. Esto es totalmente inequitativo y desproporcional, pues los que menos consumen energía son los que pagan más, y a esa mayoría se les conforma con una despensa cada 3 ó 6 años y el resto del tiempo…¡A pagar!
Aunque las comparaciones son odiosas, y más en este caso, vale la pena hacerlas: en Saltillo no se cobra el DAP, en la ciudad de Durango se cobra el 6% y en Gómez Palacio y Lerdo sólo el 5%. Esto significa que si se consumen $100 de energía eléctrica sólo se pagan $5 de DAP (diez veces menos que en Torreón). En otras ciudades como Cancún y Frontera, Coahuila, se paga también únicamente el 5% de DAP. Otras ciudades en donde no se cobra DAP son Monterrey y Ciudad de México.
Un exalcalde de Lerdo explicó en una entrevista de radio en dónde se mencionó que no se cobraba el DAP, que todos los servicios municipales se cubrían con el pago del Impuesto Predial que hacía el contribuyente. En Torreón es al revés: nos cobran una tasa mayor de Impuesto Predial y no cubre los servicios municipales, y éstos, además, muy caros (DAP, limpieza, pavimento, bomberos, etc.).
Comparemos ahora las reconversiones del alumbrado y cuáles fueron sus costos y beneficios. En Gómez Palacio, la renovación tuvo un costo de 160 millones de pesos y se cambiaron 18,353 lámparas (El Siglo de Torreón, 23 febrero de 2016) y no se hizo cambio de postes y cableado, pues al ser menor el requerimiento de energía, se decidió que esto no era necesario (Vanguardia, 31 de marzo de 2015). Además, este proyecto se llevó a cabo con un crédito de Banobras que se pagará con el ahorro que se obtenga en el consumo de energía. El municipio no se endeudará ni los ciudadanos se verán afectados, ya que esta cantidad será pagada con impuestos que se recauden, como el Impuesto Predial. En Saltillo la renovación de 51,521 lámparas fue con una inversión de 228, 993,000 pesos y se dijo que el paquete del alumbrado contempla el cambio del sistema, base, cables, lámparas y la reposición de los 670 centros de carga para instalación de circuitos y transformadores y además, que sería un error gravísimo estar haciendo concesiones de los servicios, ya que son una obligación del municipio con los ciudadanos, pues éstos tienen derecho a los servicios básicos de calidad como limpieza y alumbrado (El Siglo de Torreón, 27 de agosto de 2016).
El año pasado, Torreón concesionó a 15 años el servicio de alumbrado a la empresa Construlita, que realizará la conversión integral de tecnología de vapor de sodio a Led en las 57,640 luminarias con una inversión de 2.940, 000,000 (dos mil novecientos cuarenta millones de pesos), que en números redondos son ¡tres mil millones de pesos! (El Siglo de Torreón, 27 de agosto de 2016). Saque sus conclusiones.
Y todavía nos presumen que el municipio no se endeudó. Lo que no dicen, es que la deuda nos la endosan a los ciudadanos que la tendremos que pagar durante 15 años, más lo que se acumule. Y… ¿el "ahorro en energía"? No lo vemos por ningún lado.
Sugerimos vean el volante que al respecto hizo PC29 y actuemos como ciudadanos. Verifiquen qué clase de alumbrado padecemos en "Torreón, ciudad no alumbrada". Cumplamos con nuestras obligaciones y exijamos nuestros derechos.
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