Actualmente una gran mayoría está de acuerdo con que los políticos, sus partidos, sus diputados y senadores y sus funcionarios de gobierno en general no actúan para lograr un buen gobierno y mucho menos para beneficiar a la ciudadanía. Conste, todo esto es de ellos no de nosotros los ciudadanos.
Por lo anterior muchas personas hablan de lo que debemos de hacer para actuar ya como ciudadanos y no simplemente como siervos inútiles, recuerden lo que dijo el virrey: "De una vez y para lo venidero deben saber los súbditos que nacieron para callar y obedecer y no para discutir y opinar de los altos asuntos de gobierno" *Bando del Marqués de Croix del 25 de junio de 1767.
Después de casi doscientos cincuenta años, creo que ya es momento de superar esta situación, ya que en algunos aspectos, ésta incluso ha empeorado, pues los políticos, sus partidos y sus diputados no representan a ningún ciudadano y sí se gastan lo que pagamos en impuestos manteniendo a esas franquicias y sus propietarios, llamados partidos políticos.
Un contraejemplo y que nos puede ayudar a empezar a superar es lo que hizo Moisés, cuando sacó al pueblo de Egipto, llevándolos por el desierto durante 40 años, con el objeto de quitar la mentalidad de esclavos y que llegaran a la tierra prometida como hombres libres. Recuérdese que la esperanza de vida en ese entonces era de veinte años, es decir, dos generaciones para tratar de superar el trauma.
Ahora viene el paso que debemos seguir: escuchando los comentarios de café, sobremesa y pláticas de grupos o personas en general todos sabemos que ya debemos actuar, que debemos de hacer algo, el problema es que nadie nos dice "cómo hacerlo", pues fuimos educados para que sigamos actuando así, esperando que el siguiente gobernante sí nos saque del atolladero, atraso, desamparo, falta de oportunidades, etc.
¿Cómo hacerlo? Tenemos muy poco margen, más bien nos han acotado para que no actuemos como ciudadanos y por lo tanto debemos aprovechar lo poco que se ha ido logrando; por ejemplo, el voto que damos a los políticos para que lleguen a ocupar un puesto público. Debemos tener conciencia de que el presidente de la República, los senadores, los diputados -federales y estatales,- presidentes municipales, regidores, etc. están en donde están gracias a nuestro voto. Si lo pensamos un poco nos daremos cuenta del gran poder que como ciudadanos tenemos, pues sólo con nuestro voto los políticos pueden ser electos.
Tampoco podemos ser tan inocentes para pensar como algunas personas han opinado, por ejemplo, que el PRI sigue arrasando en Coahuila y sigue gobernando porque la gente vota por ese partido, cuando sabemos -que lo mismo hacen todos los partidos- que se aprovechan de la ignorancia y pobreza de estas personas para coaccionarlas y en el mejor de los casos comprarles sus votos y por una dádiva, llámese despensa, cachucha, playera, material para construcción, la tinacocracia, tienen que soportar un mal gobierno por tres o seis años, y siguen ilusionados con la promesa de que recibirán apoyos o espantados por la amenaza de retirarles con los que ya cuentan.
Como el gobierno no hará nada, pues está en su zona de confort haciendo sus negocios, como ciudadanos debemos de contrarrestar esto divulgando que los gobernantes no son los jefes, sino que son empleados nuestros y que nosotros mandamos, somos los mandantes, y ellos nos deben obedecer, pues son mandatarios. Que la información, datos y documentos que manejan no es de ellos, sino de nosotros, al igual que el dinero que gastan no es de ellos, sino que nosotros se los damos por medio de los impuestos que pagamos, todos pagamos impuestos no sólo los empresarios, por los servicios que recibimos: alumbrado, agua, limpieza, el IVA al consumir cualquier producto, etc.
Por lo tanto, no tenemos dos generaciones para construir ciudadanía, debemos hacerla ya, aquí y ahora. ¿Cómo?: participando, dándole seguimiento al gobierno, obras, gastos, nómina, servicios, en las elecciones, con nuestro voto, con la observación electoral, a partidos, candidatos, autoridades gubernamentales y electorales. Organizándose como grupo o incorporándose a uno existente. Recuerden: los políticos, sus partidos y sus gobiernos no harán nada, nosotros sí debemos y podemos.
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