Pittsburgh no ha perdido en casa, pero sin su mariscal titular tendrán una dura prueba. (Archivo)
Se suponía que sería un tiroteo al más puro estilo del Viejo Oeste, un combate de pesos completos, un duelo preliminar a lo que podría suceder en enero. Pero ante la lesión de meniscos de Ben Roethlisberger, la visita de los Patriots de Nueva Inglaterra a casa de los Steelers de Pittsburgh perdió uno de sus ingredientes principales.
En lugar del estelar quarterback de Pittsburgh, Landry Jones será titular por tercera ocasión en su carrera en la NFL y sus números distan mucho de ser dignos de un mano a mano con Tom Brady: 513 yardas, tres pases de touchdown y cuatro intercepciones. En tanto, Brady tendrá un panorama radicalmente opuesto.
En sus dos inicios desde que volvió de una suspensión de cuatro encuentros, el pasador de Nueva Inglaterra acumula dos triunfos, los Patriots promedian 34 puntos por partido y Brady acumula seis pases de touchdown sin intercepción. Brady goza de un éxito excepcional al momento de enfrentar a los Steelers. Ha ganado ocho de 10 partidos ante ellos en su carrera, en los que ha lanzado 24 pases de touchdown y sólo tres intercepciones.
Los Steelers tendrán que depender del versátil Le'Veon Bell, quien promedia 146,7 yardas desde la línea de golpeo en sus tres juegos de la campaña.
DUELO EN LONDRES
La jornada dominical iniciará con un duelo histórico, cuando Giants de Nueva York y Rams de Los Ángeles viajen a Londres a celebrar el primer encuentro en la historia en el estadio Twickernham, construido para rugby. Los Giants viajan a Londres por segunda ocasión en su historia, la primera vez sacaron un triunfo de 13-10 ante Miami en 2007.
