Personajes en la Historia de México
No. 6 de la serie
Reconocimiento número 1.- En mayo de 1944, los dirigentes del seminario de Totatiche, Jalisco, Señor Cura D. Teodoro Ríos, rector del Seminario, el profesor de Literatura, D. Lorenzo Ríos, y el prefecto y maestro de Latín, Lic. y Presbítero D. Ricardo Alva, convocaron a UN CONCURSO LITERARIO de componer poesía y al final, yo obtuve el primer lugar y el rector del Seminario me entregó el premio: UN MODESTO LIBRITO titulado: "SED HOMBRES", Tercera edición, 1940, de F. A. Vuillermet, Editorial Helios.
Yo, después de leer el libro del premio, adopté como LEMA DE MI VIDA: "EL HOMBRE ES LO QUE QUIERE SER". Forjar su carácter, trazar el camino a seguir, fijarse metas y nunca voltear hacia atrás. Quitar las piedras del camino y alcanzar las metas.
A continuación, transcribiré unos párrafos del II capítulo del libro: SED HOMBRES como sigue:
"¿QUE ES UN HOMBRE DE CARÁCTER? El que tenga la curiosidad de leer los libros de los filósofos modernos podrá ver la facilidad con que se contradicen al tratar de definir el carácter."
"Unos entienden por carácter la inflexibilidad de la voluntad llevada hasta la obstinación. Otros, y no son los menos, confunden el carácter con el temperamento físico. Estos afirman ser el carácter el entendimiento con plena consciencia de su fin, y aquellos, que consiste exclusivamente en la lucha contra el miedo".
"A mi juicio, el carácter es sencillamente LA VOLUNTAD EN SU GRADO MÁXIMO DE DESENVOLVIMIENTO. El Padre Lacordaire nos ha dejado una hermosa descripción del carácter. "El carácter -escribía el insigne Dominico- es la energía secreta y constante de la voluntad, algo de inqueledidad de las convicciones, las amistades, a las virtudes, una fuerza íntima que surge de la persona e inspira a todos a esa certeza que damos el nombre de seguridad. EL CARÁCTER, QUE NO ES MÁS QUE LA PUREZA DE VOLUNTAD, INFLUYE EN LA FUERZA DE LA RAZÓN, así como ésta en los principios directos de la vida humana".
"El carácter -decía el heroico Padre Olivaint: "Es una voluntad firme y continua que va derechamente a su fin con paciencia y con valor, a despecho de pruebas, peligros, artificios y pasiones: es el JUSTUM AC TENACEM PROPOSITI VIRUM de los antiguos, pero fuerza y energía puestas únicamente al servicio de LA VERDAD Y EL BIEN: es el NON POSSUMUS en el deber y en la verdad: es el más vale obedecer a Dios que a los hombres: es la posesión de sí mismo en la voluntad de Dios, sin flojedades ni desfallecimientos, antes bien, CON VIGOR Y CON ENERGÍA, para obrar o para sufrir, para avanzar o para resistir, cualesquiera que sean los obstáculos que encontremos en el camino...".
En la imagen aparece el libro que el Señor Cura D. Teodoro Ríos, rector del Seminario de Totatiche, Jalisco, me entregó el 12 de marzo de 1944, como premio y reconocimiento por haber obtenido el primer lugar en el concurso de construcción de poesía entre los alumnos del tercer año en el Seminario.