Asma. Es recomendable mantener la casa, ventilada, evitar peluches y artículos en los cuales pueda alojarse el polvo. (AGENCIAS)
El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que se caracteriza por una respiración sibilante, falta de aire, opresión en el pecho y tos durante la noche o temprano por la mañana; la exposición a un ambiente frío, húmedo o alergénico, son algunos de los principales factores que la desencadenan.
María Teresa Padilla, especialista en alergología del Seguro Social (IMSS), recuerda que en mayo se celebra el Día Mundial del Asma, y es propicio para insistir a los padres y madres de familia que tomen conciencia de la necesidad de atender a sus hijos e hijas si presentan cuadros repetitivos de estos síntomas, a fin de que el especialista haga el diagnóstico específico e indique el tratamiento adecuado. En los casos de las crisis o exacerbaciones de esta enfermedad, hay un aumento en la intensidad de los síntomas, como gran dificultad para respirar, tos, sensación de opresión del pecho y en ocasiones labios morados, que de no ser atendidas oportunamente, ponen en riesgo la vida. Afortunadamente, el 75 por ciento de los pacientes cursa su enfermedad de manera intermitente; es decir, presenta los síntomas ocasionalmente, antecedidos por un resfriado, infección o del contacto con sustancias que producen alergia. Es fácilmente controlable con medicamentos broncodilatadores y antibióticos, según sea el origen.
