Piden. Buscarán también el apoyo del gobierno del Estado y para ello solicitaron la intervención del Municipio. (ARCHIVO)
Familias de la colonia Centauro del Norte afectadas con las avenidas del río Nazas, estuvieron en la presidencia municipal para solicitar apoyos por los daños que sufrieron sus viviendas.
Fueron atendidas por Javier Urriticochea Ortiz, director de Atención Ciudadana a quien le informaron que los daños se pueden apreciar en por lo menos 20 casas de igual número de familias.
Aseguraron los afectados que tienen graves daños en la infraestructura de algunas de sus viviendas donde hay casas que presentan grandes cuarteaduras y ahora viven con el temor de que se les vengan abajo.
Destacaron que algunos de sus muebles se afectaron y ahora muchos de ellos no tienen ni en dónde dormir por lo que han decidido acudir en busca de apoyo a la presidencia municipal.
Mencionaron que buscarán también el apoyo del gobierno del Estado y para ello solicitaron la intervención del municipio para lograr una pronta vinculación y atención de parte del mismo gobernador, José Rosas Aispuro, o bien, por los diferentes secretarios relacionados con la atención que necesitan.
ELABORARÁN PADRÓN
Acordaron con el funcionario municipal realizar un recorrido por el lugar de los daños y elaborar un padrón que identifique las necesidades y buscar la solución a las peticiones y problemas que se presentan en la colonia Centauro del Norte.
Fue el 3 de septiembre de este año cuando parte de la colonia Centauro en Lerdo se inundó minutos antes de las 4 de la tarde, motivo por el cual acudió el Ejército, personal de Protección Civil y de Seguridad Pública.
Al lugar arribaron unidades para movilizar a la gente que sería evacuada. Ahí habitan alrededor de mil personas.
Algunas personas pudieron mover parte de sus muebles arriba de blocks en sus casas y sacaron lo que pudieron en camionetas. La mayoría se fue a quedar con familiares al ejido Carlos Real que se encuentra cerca de ahí.
El desastre en la colonia Centauro no fue mayor debido a que por la avenida principal se colocó un bordo de contención con tierra y costales para desviar el agua de nuevo al río.
La gente procuró salvaguardar algunas de sus pertenencias, pues el agua corría ya por algunas calles, pero fue imposible evitar el paso del agua en algunas casas.
