SI QUIERES LA PAZ, TRABAJA POR ELLA
La frase de Santa Teresa de Ávila, "la paz no se consigue sin esfuerzo: si quieres la paz, trabaja por ella", se convierte hoy en una tarea urgente de todos y a todos los niveles. No se trata sólo del "alto al fuego" en los conflictos que actualmente laceran a la humanidad a nivel mundial; no es una simple protesta contra la guerra, ni siquiera el resultado de negociaciones, compromisos políticos o acuerdos económicos. El construir la paz hoy, requiere buscar vencer el orgullo e intereses particulares y la mentalidad tan difundida del beneficio a cualquier precio.
Todo esto está afectando también a nuestro país, creando conflictos en varias trincheras, que percibimos no obstante la cortina de humo levantada por medios de comunicación manipulados y manipuladores que, con intereses maquiavélicos, confunde, dividen, echan leña al fuego y suscitan más conflictos.
El martes pasado el Papa Francisco se reunió en la ciudad de Asís, con representantes de diversas religiones, razas y nacionalidades, para la Jornada mundial de oración por la paz, que inició hace tres décadas San Juan Pablo II, en el lugar y con espíritu de San Francisco. Más de quinientas personas, cuatro personas que han ganado el premio nobel de la paz, representantes de naciones unidas, rabinos, ortodoxos, protestantes y delegaciones musulmanas, demostraron al mundo que es posible el diálogo y el respeto en la diversidad. El mensaje consistió sobre todo en denunciar como falsos los fanatismos que usan a Dios como pretexto para la violencia.
En México, entre gente de buena intención, se están escondiendo también fundamentalistas de diverso grado, usando banderas tan nobles y sagradas como los derechos humanos, la dignidad de la persona, la familia, la sociedad, la educación, la libertad, la justicia y hasta Dios. Gente violenta en los diversos grupos en conflicto, esconde oscuros propósitos, o se convierten en instrumentos de fanatismos, o son manipulados haciéndoles creer que están defendiendo una noble causa con violencia. Como nuevos cruzados en una guerra santa.
¿Cómo se puede invocar la muerte de alguien, en nombre del amor o de la vida o de Dios? ¿No estamos haciendo lo mismo que los terroristas? Hay un vínculo entre la actitud religiosa auténtica y la paz; quien utiliza la dignidad de la persona, los derechos fundamentales o la religión para fomentar la violencia, contradice la inspiración más auténtica y profunda de lo que dice defender. Ninguna forma de violencia representa la verdadera naturaleza de la religión, es más bien su deformación; es contradictorio ir contra la dignidad de alguien en nombre de la dignidad humana.
Existe en estas disputas un peligro real de invasión de ideologías disfrazadas de "modernidad", que envueltos en eufemismos y verdades a medias, se infiltran en las filas de instituciones y grupos para llevar a cabo fines, que no son tan nobles como parecen. Un análisis libre de extremismos, ayudará a desenmascarar las falacias y sofismas, que se esconden en los aparentemente nobles enunciados, que no son sino lobos disfrazados de ovejas.
La realidad es compleja y las causas variadas, por lo que se hace necesario un discernimiento a la luz de la verdadera sabiduría, que se independiza de posiciones radicales y busca la reconciliación en lugar del enfrentamiento, las coincidencias en lugar de las diferencias, la comprensión en lugar de las armas, los argumentos en vez de las ofensas. Contra un subjetivismo que aísla y se defiende, el diálogo sincero se abre a la razón y a la búsqueda de la verdad objetiva. Usa la ciencia no como una arma tendenciosa y manipulable, sino como el método más adecuado para buscar la verdad.
En cambio la ignorancia, produce gente manejable por medio del control de masas, sirviendo inconscientemente a poderes e intereses que nada tienen que ver con los valores que pregonan. Pero México ha despertado; rechazando el papel de mártir, se ha manifestado contra un gobierno que creía que podía seguir actuando impunemente en contra del pueblo, Las manifestaciones a favor de la familia no son homofóbicas como astutamente se ha querido manejar, No es sólo el rechazo a la imposición de una ideología de genero, sino el ofrecimiento del gran valor nacional como es la familia, como solución a la gran problemática nacional.
Una conciencia bien formada, podrá discernir las trampas que intentan atraparla, no obstante la desinformación, malformación o información tendenciosa de algunos medios, campañas y propagandas.
"Sólo la paz es santa y no la guerra". Ésta afirmación del Papa Francisco, no sólo se refiere a los terroristas que matan en nombre de Alá, sino a todos los que usan a Dios, a la religión o a nobles principios y valores, para ocultar oscuras intenciones, perversiones y discriminación. La colaboración concreta nos ayuda a no quedar encerrados en la lógica del conflicto y a rechazar las actitudes rebeldes de los que sólo saben protestar y enfadarse. La paz es una responsabilidad universal. Estamos llamados a liberarnos de las pesadas cargas de la desconfianza, de los fundamentalismos y del odio. «Bienaventurados los que trabajan por la paz» (Mt 5,9).
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