ORGANIZAR, CIUDADANIZAR, PARTICIPAR
La participación de toda la sociedad es ya una exigencia ineludible para enfrentar favorablemente las situaciones que se han precipitado en estos últimos días. No se trata sólo del resultado sorprendente de las elecciones estadounidenses, para sacudirse del grupo dominante que ostenta el poder, o de las implicaciones que México y los mexicanos de éste y del otro lado de la frontera tienen con este resultado. La sociedad también está reaccionando en todas partes ante situaciones insoportables, que exigen una respuesta efectiva en todos los ámbitos.
A nivel mundial, el sistema socioeconómico imperante ha llevado a una crisis ecológica que exige actuar inmediatamente, para poder detener los daños antes que sean irreversibles. No se trata sólo de unos árboles menos en el Amazonas, sino de un verdadero peligro de dimensiones apocalípticas.
Pero el mismo neoliberalismo ha producido otra bomba que está ya activada: el crecimiento de la pobreza en todo el mundo sigue creando agraviados, ofendidos, desesperados y hambrientos que, al no poder acceder a los bienes más elementales, han comenzado a buscar alternativas, pues ya no se conforman con migajas y promesas.
El país, víctima de una influencia capitalista norteamericana, suma a la pobreza que de por sí es significativamente grande, la injusta distribución de la riqueza, que es escandalosa y provocativa al hacer palpable y restregar en la cara, la diferencia abismal entre ricos y pobres.
La larga lista de escándalos de corrupción de la clase política está echando más leña al fuego del descontento, sobre todo cuando el pueblo ve que todos estos crímenes no sólo quedan impunes, sino que cínicamente los manifiestan, abonando al fuego que se ha despertado incluso en el más indolente.
La Laguna sufre todos estos embates mundiales y nacionales de manera intensa, por la cercanía de la frontera americana, por las consecuencias ecológicas que está sintiendo fuertemente y por el desgaste que le trajo la violencia que aún se manifiesta fuertemente entre nosotros. A esto se añade que el cambio de poderes en la Laguna de Durango, y los comicios que se avecinan en la parte coahuilense, han descubierto también deficiencias graves en las administraciones. El agua de la temporada de lluvias y de la venida del Río Nazas, puso al descubierto muchas obras y acciones y que manifiestan el mal uso del dinero del pueblo. El presupuesto a cuentagotas y mal distribuido, por parte de los gobiernos estatales de ambos estados, es aún menor para la región al declararse la austeridad (aunque sólo el gasto social).
El hecho de que seamos una región con dos estados y varios municipios en una sola región metropolitana, nos hace comparar acciones y omisiones buenas y malas en las diversas administraciones de la Comarca Lagunera; es evidente la falta de coordinación entre las diversas instancias gubernamentales (transporte metropolitano, coordinación de horarios, uso del presupuesto para obras de la región, seguridad, etc.). En las acciones, palabras y políticas públicas que realizan las autoridades, muestran el poco intereses por el bienestar del trabajador o de la ama de casa, o del estudiante, que necesitan un buen funcionamiento de todos los servicios de una región unida y coordinada. Lo que interesa no es el bien común de la región y el bienestar de los ciudadanos, sino intereses particulares, de grupo o de partido. (Eso se refleja en ineficiencia, obras que se derrumban, puentes que nunca se construyen, etc.)
Por todo lo anterior, el país y la región debe responder individual y organizadamente con acciones fuertes y significativas, como una efectiva reacción, que revierta estas situaciones.
Ya a nivel nacional, las fuerzas ciudadanas están siendo cada vez más poderosas; tal vez el fenómeno "Trump" sea el catalizador de acciones y el despertar de conciencias. Prueba de ello son los pueblos originarios que hartos de la explotación y de las promesas incumplidas, propondrán una candidata indígena para las próximas elecciones presidenciales con el apoyo de más de doscientas organizaciones.
Las manifestaciones en el país pidiendo cuentas claras, castigo a la corrupción y la restitución de lo robado, está convirtiéndose en la región en propuestas de agenda ciudadana independiente, que incluye vigilancia y control, supervisión y rendición de cuentas, plan de desarrollo autónomo, entre otras cosas.
La invitación nacional a consumir lo hecho en México, está siendo todo un movimiento que puede influir en la economía. La feria de las culturas del Nazas, celebrada apenas unos cuantos días en el Parque Victoria de Ciudad Lerdo, puede ser el origen de intercambios de producción y consumo regionales con una economía solidaria. Las Cáritas regionales y la Pastoral social de las Diócesis de Gómez y Torreón pueden ser un factor promotor en este sentido.
Hay un movimiento fuerte de ciudadanización y participación de la cual nadie puede dispensarse: iglesias, movimientos, organizaciones, clubes, asociaciones, ONGs, grupos ya existentes o nuevos, deben ser parte de esta fuerza transformadora. Incluso las fuerzas políticas necesitan el apoyo ciudadano para poder revertir tendencias, y hay entre la clase política quienes quisieran ser parte de ello.
Tal vez antes alguien podía quedarse fuera sin muchas consecuencias, pero ahora todos tienen mucho que perder y todo por ganar. Como dicen en el argot taurino: (leerlo con acento peninsular): "¿Qué viene el toro? ¡Que te quitas! ¿Qué no te quitas? ¡Que te quita el toro!
