Foto: Archivo Siglo Nuevo
Fuera de las cuestiones emocionales que pueda desencadenar, el hecho de embarazarse durante la adolescencia limita significativamente el desarrollo de cualquier persona sin importar el estrato social al que pertenezca, es por eso que tanto por parte del gobierno como organismos civiles se han articulado distintas acciones para combatir esta problemática, una de ellas es “Planifícame esta”.
“Planifícame esta” es una oenegé y al mismo una campaña cuyo objetivo es disminuir el número de embarazos adolescentes a fin de disminuir graves problemáticas como las muertes relacionadas con el embarazo a corta edad, la deserción escolar y otros problemas que surgen a partir de los embarazos no planeados. Nuestro sueño es que cada joven en México tome la decisión de tener hijos a la edad adecuada según sus metas, pero antes, pueda desarrollarse personal y profesionalmente, indica su portal (planificameesta.org).
Lo que llama la atención de las campañas de esta organización civil es que lo ha hecho con humor (y algo de irreverencia). Mientras que la mayoría de los programas destinados a crear conciencia entre los jóvenes acerca de las consecuencias de ejercer su sexualidad de forma irresponsable, difunden sus mensajes de manera un tanto solemne, o hasta en tono de sermón, pudiera decirse, el equipo de “Planifícame esta” ha decidido, para bien o para mal, hablarle de tú a tú a los adolescentes, en su idioma y a través de sus medios favoritos, es decir con 'memes' y en redes sociales.
Sabemos cuántos usuarios hay ahí afuera con Facebook y celular, sabemos cuántas horas invierten en revisar las redes sociales, conocemos sus hábitos y sus gustos, el reto es llegar a su mente, crear una conexión para que nuestro mensaje tenga un efecto positivo. Lo que queremos comunicar es simple, no te embaraces hasta que desees hacerlo y para evitarlo, usa condón, se plantea como reto.
“Aquí disfrutando mi vida nini #nimamilasnipañales” se puede leer en una llamativa imagen de fondo rosa fucsia difundida a través de su página de Facebook; debajo del texto, como firma, se aprecia un foco que encierra un cerebro, el logotipo de la organización. Hasta la fecha, un total de 15 mil 37 personas han marcado dicha imagen con un “Me gusta”, 21 mil 527 la han compartido y 248 la han comentado. “Si no me acuerdo de bañar a mi perro, ¿tú crees que tengo ganas de tener un hijo #Pérame”, reproduce otra tarjeta digital de fondo azul, el resultado: 13 mil 113 “Me gusta”, 229 comentarios y cuatro mil 930 veces compartida.
Las citadas son quizá las dos imágenes con mayor impacto de “Planifícame esta” en Facebook, sin embargo, el resto del material que comparten con sus más de 300 mil seguidores desde abril de 2015 (fecha de publicación más antigua) también ha sido compartida miles de veces y cuenta con miles de likes y cientos de comentarios.
Los buenos resultados de la campaña, en términos de viralización, en esta red social (en Twitter no ha tenido el mismo éxito) se pueden atribuir a que los mensajes difundidos están adaptados al medio: simplifican las idea al extremo y se alejan lo más posible de los “rollos”; usan el sarcasmo, herramienta imprescindible de las redes; y emplean un diseño atractivo. Con esas características han logrado al menos el objetivo de llamar la atención de su público meta, ahora solo queda esperar a que el mensaje realmente sea asimilado por los adolescentes y convertido en comportamiento.
OTRA PERSPECTIVA
No se puede negar, sin embargo, que a través de todo esto “Planifícame esta” también está incurriendo de cierta forma en la radicalización de posturas con respecto a la paternidad. No faltan los debates ya que no son pocos los comentarios de personas que se han sentido ofendidas con los mensajes difundidos, y para cada uno de ellos hay dos o más respuestas que incluyen señalamientos en tono un poco ofensivo por parte de los seguidores de la página.
Recientemente una usuaria, estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación que se describe como feliz madre soltera de dos niños, asistente de investigación en torno a género y una entusiasta del uso de métodos anticonceptivos escribió un comentario en el que hace algunos señalamientos de manera muy respetuosa sobre los puntos negativos de la campaña.
Me alegra mucho que busquen alentar a la población al uso de métodos anticonceptivos y a la planificación familiar, sin embargo, no puedo dejar de preguntarme por qué parece ser que el único recurso para instar a la población hacia la planificación familiar es ridiculizar la maternidad-paternidad o pintarla como una desgracia. [...] seguro que su campaña es efectiva a la hora de permear en la mente de la audiencia a la que va dirigida, pero, ¿qué hay de los 'daños colaterales'? [...] aunque les parezca exagerado, esa clase de publicaciones ponen su granito de arena para volver esta realidad algo poco amable con quienes somos padres.
PUNTOS DE PARTIDA
¿Será que en cuestiones como esta el fin justifica los medios? Quizá sea necesario buscar el equilibrio en los mensajes analizando los pros y contras, porque no cabe duda de que a pesar de que este tipo de mensaje causen escozor o hieran la sensibilidad de quienes atraviesan o han pasado por una situación similar, los embarazos no planeados en edad adolescente son en realidad una difícil problemática que el país tiene que vencer.
No por nada hasta el mismo gobierno se ha visto en la necesidad de crear una Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes. Aunque su aplicación y resultados han sido puestos en duda (recientemente La Jornada publicó la nota Pide INAI publicar presupuesto de estrategia contra embarazo adolescente, que aborda una controversia con respecto al presupuesto de dicha estrategia), vale la pena echar un vistazo a las razones por las que es importante frenar la problemática.
Hoy, el embarazo en adolescentes se ha convertido en un problema poblacional que amplía las brechas sociales y de género; se trata de un tema de proyecto de vida, de educación, de salud, pero sobre todo de respeto a los derechos humanos de los jóvenes, a su libertad y a su desarrollo como personas, refiere el documento.
El embarazo no planeado en edad adolescente está considerado un problema de salud pública, ya que afecta negativamente en la salud de las jóvenes mujeres y en la de sus hijos e hijas (el embarazo en adolescentes está asociado a niveles de mortalidad materna más elevados que en mujeres de mayor edad, y a una alta prevalencia de aborto en condiciones inseguras); educativo porque provoca deserción escolar o bajo rendimiento; económico porque posibilita mano de obra barata y condiciona los ingresos futuros, el acceso a oportunidades laborales especializadas y de calidad y el desarrollo humano sustentable y es, en todo caso un problema de atención al ejercicio de los derechos establecidos en la Constitución.
Twitter: @gsi_k