Sin comida. De acuerdo a la ONU, hay familias sirias que no han recibido comida en semanas.
Trabajadores humanitarios repartieron las últimas raciones de alimentos en los distritos orientales de la ciudad de Alepo, por lo que más de 250 mil habitantes asediados podrían morir de hambre de no recibir pronto ayuda, alertó ayer la ONU.
"Hay familias que no han recibido comida en semanas. La situación es realmente desesperada", resaltó en rueda de prensa en Ginebra el responsable de asistencia humanitaria de las Naciones Unidas en Siria, Jan Egeland.
Advirtió que unos 250 mil sirios podrían morir de hambre en el este de Alepo, ya que las últimas raciones de ayuda fueron distribuidas esta semana y los grupos humanitarios no tienen acceso a la zona.
Aseguró que el oriente de Alepo es la zona "que más les preocupa", sobre todo porque se acerca el invierno, lo cual complicará aún más la situación.
Confió en que pronto se llegue a un acuerdo para la llegada de ayuda humanitaria. ""No creo que nadie quiera que un cuarto de millón de personas se estén muriendo de hambre en el este de Alepo", resaltó. Unas 250 mil personas que viven en los barrios rebeldes de Alepo están sitiadas desde principios de julio pasado por las fuerzas del presidente sirio,.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a pedir la semana pasada a las partes en conflicto en Siria que permitan el acceso de comida, medicina y personal sanitario, así como la evacuación de unos 300 pacientes junto a sus familias.