Plebitusa, es el diagnóstico coloquial de buena parte de los ciudadanos colombianos que esperaban el triunfo del "Sí" en el plebiscito para refrendar los acuerdos entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP. La "tusa" es una expresión popular para designar la crisis que se vive después de dar por terminada una relación sentimental, a ese nivel de los afectos, ¿qué motivó el triunfo del "No"?
En un episodio inusual, Juan Carlos Vélez, gerente de la campaña del "No", en una entrevista realizada por Juliana Ramírez para el periódico "La República", apenas unos días después del plebiscito, describió parte de la estrategia: "El No ha sido la campaña más barata y más efectiva de la historia". Entre otras cosas, declaró lo siguiente:
"Unos estrategas de Panamá y Brasil nos dijeron que la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación. En emisoras de estratos medios y altos, nos basamos en la no impunidad, en la elegibilidad y en la reforma tributaria; mientras que, en las emisoras de estratos bajos, nos enfocamos en los subsidios. En cuanto al segmento [de la población], en cada región utilizamos sus respectivos acentos. En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela. Y aquí el No ganó sin pagar un peso. En ocho municipios del Cauca, pasamos propaganda por radio en la noche del sábado, centrada en las víctimas."
En sus declaraciones, se evidenció lo que se puede constatar en procesos electorales de diferentes países: las campañas políticas funcionan como un mercado de ideas basadas en las demandas que un segmento de la población desea consumir. En esta dinámica, es importante que se tenga un estudio detallado de los diferentes grupos que componen una sociedad para que sea efectiva la compra-venta. No se les puede vender a todos lo mismo.
Parte fundamental de este tipo de estrategias es, dejar de dar argumentos, olvidarse de las razones, pues, para qué dar explicaciones si la mayoría no las pide. Un duro golpe para Occidente y su otrora Edad de la Razón. El enfoque principal está en los sentimientos, en mover los afectos. La publicidad política se basa en decirle a los más empobrecidos que están etiquetados como clientela electoral y que ya no serán lo únicos en recibir subsidios. Decirle al sector de mayor poder adquisitivo que su gobernante puede ser alguien de izquierda. En afectar el órgano más sensible de la clase media: los impuestos.
Cuando le preguntaron a Juan Carlos Vélez, hoy exmiembro del partido político del Centro Democrático (que obviamente fue dado de baja del partido), sobre el mensaje principal de la campaña del "No", su respuesta fue: "La indignación. Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca". En el mejor de los casos hay que considerar que se le olvidó al político que el concepto de indignación está basado en la justicia y en la dignidad de las personas. Resultó más efectivo "enverracar" a los votantes, o sea, hacer explotar sus emociones.
Cuando se le preguntó por qué mintió, por qué tergiversó los contenidos de los Acuerdos, respondió con simpleza que los demás hacían lo mismo. Esta es una explicación de los factores del triunfo del "No" en el plebiscito que tenía por objetivo refrendar los acuerdos para la terminación de un conflicto armado. Conviene tener presente esta "perlita" para los próximos procesos electorales en México. En las campañas que realizarán los partidos políticos para gobernador de Coahuila el año próximo y para las presidenciales del 2018.
Twitter: @davidsecular