Tres juegos sin conocer la victoria fueron el detonante para despedir al técnico.
Como buen guardameta que fue, Julen Lopetegui mantiene un imponente porte. Su altura y espalda ancha no le ayudaron, sin embargo, a vencer la presión mediática y social del Oporto, club que acaba de dejar sin ningún título cosechado, pero al que contribuyó a revalorizar financieramente.
La perseverancia y agallas de Lopetegui, de 49 años, no fueron suficientes para mantener la confianza de la administración del Oporto, con Jorge Nuno Pinto da Costa a la cabeza, quien cedió anoche ante una inminente revuelta en el club.
Parte de su dirección, los hinchas y los medios demandaban, desde hace días, la cabeza del técnico español.
A pesar de acabar el año como líder del campeonato, una inesperada derrota en la Copa de la Liga en casa ante el Marítimo de Funchal (1-3) y dos reveses consecutivos en el torneo de la regularidad (ante el Sporting, 2-0, y el Rio Ave, 1-1) desembocaron en una tormenta perfecta, sobre todo, en un club acostumbrado a arrasar en Portugal.
El actual tercer puesto, a cuatro puntos del líder Sporting (cuando aún ni se ha disputado la mitad de la Liga), y la eliminación de la Liga de Campeones son ante los ojos de los hinchas señales de otro inminente fracaso, imperdonable en un coloso como el Oporto. Suma 19 títulos ligueros en los últimos 30 años y desde hace 14 no está tres cursos seguidos sin levantar el entorchado. Si este año no gana la Liga, igualará esa marca.
Todo ello unido a que el Benfica, que estuvo décadas detrás de su rival Oporto, le pisa los talones de la hegemonía en Portugal, igual que el Sporting, en vías de recuperación de una nefasta década.
Si es cierto que la ausencia de títulos en su breve periodo de temporada y media es innegable, Lopetegui deja un doble legado en el campeón europeo (1987 y 2004).
Un legado en la forma de entender el juego siempre respetuoso con el balón, reconocido públicamente por sus jugadores, y un legado financiero, muchas veces olvidado por los medios locales.
El club recaudó más de 100 millones de euros durante la era Lopetegui: vendió al Real Madrid a los brasileños Danilo y Casemiro -por 31.5 y 7.5 millones de euros, respectivamente-, a Jackson Martínez al Atlético de Madrid -por 35 millones- y a Álex Sandro a la Juventus de Turín, por 26 millones.
De hecho, el club cerró la primera temporada con Lopetegui (2014-2015) con beneficios de 19.3 millones de euros, después de acabar la campaña 2013-2014 con unas pérdidas de 40.7 millones de euros.
Los buenos resultados financieros procedieron también de la Liga de Campeones, en la que el Oporto alcanzó los cuartos de final, ronda en la que perdió ante el Bayern de Múnich de Pep Guardiola.
El técnico vasco cerró 2015 sin entorchados, pero con un notable balance de 53 victorias, 16 empates y 9 derrotas, en 78 partidos, con 159 goles a favor y 54 en contra. Fue, según la Federación Internacional de Estadística e Historia del Fútbol, el club luso con mejores resultados ese año.