DA UN RESPIRO A TU ACTITUD
ALGUIEN TIENE QUE SER EL JEFE
A la mayoría de las personas les gusta su propia manera de tomar decisiones. Sin embargo, en una situación de negocios alguien tiene que tomar la decisión final. Ese alguien tiene que ser el jefe.
Al parecer, a veces los jefes son bastante arbitrarios. Pero si tuviéramos su autoridad, así como su responsabilidad, nuestra reputación y futuro estuvieran en entredicho. ¿Qué decisión tomaríamos? ¿Confiaríamos en la de él o en alguien más?
En el análisis final el jefe tiene que hacer lo que piensa que es lo correcto y no lo que le dice alguien más. Las personas maduras tienen que aprender a aceptar esto como algo necesario en la vida de los negocios. Respetan las decisiones de sus superiores de la misma manera que respaldan las mismas. Estén de acuerdo o no las aceptan y hacen su trabajo de la mejor manera.
Esto no quiere decir que todas las personas exitosas sean personas adictas al "sí señor", "no señor"; lejos de ello, la gente eficiente tiene sus propias ideas y las expresa. Pero cuando se toma una decisión final, hacen todo lo posible para que resulte provechosa, aunque sus ideas no se incluyan. Saben que un equipo puede tener tan sólo un dirigente.
Las personas juiciosas e inteligentes también saben que la reputación que han logrado como eficientes es muy importante para su éxito futuro. Un especialista en agencias de empleo reconoce que la habilidad de un individuo para satisfacer a un jefe es la mejor indicación de que también podrá complacer a otros.
La mejor recomendación que todos podemos tener es que si nuestro jefe actual está satisfecho con nuestro trabajo, es que está convencido que le hemos ayudado a lograr sus metas establecidas.
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