DESPRESURIZA TU TRABAJO
¡PRESIÓN! Constante o esporádica, es el pan de todos los días en el mundo de los negocios y una amenaza ocupacional para todas las asistentes ejecutivas. Si te gusta tu trabajo y quieres sobresalir en tu puesto, tienes que sobrellevar la presión y mantenerla en un mínimo.
¿Más fácil decirlo, que hacerlo? No, necesariamente. El secreto para reducir esa presión es organizar la carga de trabajo, emplear el tiempo inteligentemente y conservar la perspectiva. Para lograrlo sigue estos consejos:
ANALIZA Y ORGANIZA TU CARGA DE TRABAJO
Es más fácil controlar la presión si sabes lo que la motiva. Para darte una idea de esto, haz una revisión panorámica de tus actividades. Quizás encuentres que estás más ocupada la última semana del mes o los tres días antes de las quincenas. Una vez que puedas anticipar esos períodos de más trabajo, podrás planear más libremente el resto de tu tiempo.
HAZ UNA PLANEACIÓN MENSUAL
Enlista en tu agenda los eventos y sus fechas, y establece un plazo límite para la elaboración de los trabajos necesarios. Incluye fechas de conferencias, juntas, entrega de documentos, etc. Usa esta lista para distribuir tu tiempo, dando preferencia a los proyectos principales.
ESTABLECE UNA RUTINA DIARIA
Si no tienes una rutina diaria efectiva, muy pronto se te perderá tu programación semanal y mensual. Programa las tareas más difíciles para las horas en que te encuentras más alerta. Toma también en cuenta tus preferencias. Procura comenzar tu día con una tarea que realmente disfrutes. También es una buena idea dedicar algunos 5 ó 10 minutos al finalizar el día para anotar los trabajos que quedaron pendientes.
Cuando no tienes que apresurarte para terminar ciertas tareas, tu actuación será más eficiente y tendrás mejor disposición para resolver los problemas imprevistos. Y recuerda reservar unas horas cada semana para ponerte al día, esto te servirá de despresurizante.
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