La noticia de que Trump aumentaba su ventaja fue un duro golpe para Cuba, que ha pasado los últimos dos años negociando la normalización de relaciones con Estados Unidos tras más de 50 años de hostilidades a causa de la Guerra Fría. Trump prometió revertir la visión de Obama de una apertura hacia Cuba a menos que el presidente Raúl Castro acuerde una mayor libertad política en la isla, una concesión que es considerada imposible. Cubanos dijeron que temían perder las mejorías en su vida tras el descongelamiento de las relaciones.