El fiscal general de Veracruz, Luis Ángel Bravo, renunció anoche a su cargo.
El ahora exfuncionario sostuvo en conferencia de prensa que la decisión abonará a la unidad de los veracruzanos y evitará el encono.
Bravo ha sido blanco del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, de solapar la corrupción y el crimen organizado en la entidad. Antes de su salida, integró dos indagatorias, una presentada por el gobernador con licencia Javier Duarte en contra de Yunes Linares por enriquecimiento ilícito y otra del gobernador electo contra Duarte por corrupción.