Prince Fielder lloró al momento de dar el anuncio.
Prince Fielder se secó las lágrimas, señaló hacia sus dos hijos que le acompañaban y se puso a hablar de rondar en camerinos de Grandes Ligas desde que tenía su edad.
Aún con la protección de un collarín, 12 días después de someterse a una segunda cirugía en el cuello, el corpulento pelotero de 32 años lloró al explicar que sus problemas de salud le obligaban poner fin a su carrera de 12 temporadas.
"Será duro el no poder jugar", dijo Fielder.
Sus hijos se sentaron a su lado en el podio, ambos cabizbajos y llorando. Se acostumbraron a acompañar a su padre en el estadio, al igual que éste lo hizo con sus padres, Cecil, un toletero que completó una carrera de 13 campañas con cinco equipos.
"Esos niños adoran más el béisbol que Prince. Fue un momento triste", comentó Elvis Andrus, su compañero de equipo.
Todos los colegas de Fielder, además de coaches y empleados de los Rangers, se presentaron a la sala de entrevistas para alentarle.
Cuando los Rangers le adquirieron en 2013, el primera base que había disputado al menos 157 juegos cada año desde 2006. Pero Fielder fue limitado a 289 juegos en Texas debido a dos cirugías en el cuello.
Fielder se despide con 319 jonrones en su carrera, la misma que acumuló su padre en una temporada adicional.