Protegidos. Los llamados ‘dreamers’ están actualmente protegidos por una orden ejecutiva del presidente Barack Obama.
El presidente electo Donald Trump dijo que su gobierno hará algo para ayudar a los jóvenes inmigrantes que fueron traídos de niños de manera ilegal a Estados Unidos, una aparente revisión de sus promesas anteriores de anular los programas que los protegen.
"Es una situación muy difícil desde el punto de vista humanitario. Vamos a hacer algo que va a enorgullecer a la gente y la va a hacer feliz", dijo Trump en una entrevista con la revista Time publicada ayer miércoles, en la que no ofreció más detalles al respecto.
Los llamados "dreamers" o "soñadores" están actualmente protegidos por una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, que frenó sus deportaciones y les concedió permisos de trabajo. Antes de sus declaraciones a la revista, Trump había prometido anular la orden, generando temor en la comunidad inmigrante hispana.
Tras conocer los comentarios del presidente electo, algunas organizaciones de inmigrantes expresaron su esperanza de que las palabras se materialicen con hechos. Otras fueron más pesimistas y dudaron que haya un cambio de posición.
"Por desgracia no esperamos que cambie ni que sea flexible, pero estamos creando una resistencia masiva a los planes migratorios de Trump", expresó Frank Sharry, director ejecutivo de America's Voice Fund.
Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, fue más cauto. "Esperamos acciones que respalden esas palabras cuando Trump asuma la presidencia".
A favor del DACA
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, entregó ayer al presidente electo Donald Trump una carta de los alcaldes de 14 ciudades de Estados Unidos, quienes le piden mantener el programa de deportación diferida conocido como DACA. Los alcaldes explicaron que "terminar con el DACA quebrantaría las vidas de cerca de un millón de jóvenes, y también afectaría sectores de la economía estadounidenses, así como nuestra seguridad nacional y protección pública, a las que contribuyen".
Caso #Pizzagate
El presidente electo de EU, Donald Trump, despidió de su equipo de transición al hijo de su asesor de Seguridad Nacional, el general retirado Michael Flynn, por difundir información falsa que provocó un tiroteo en una pizzería de Washington este fin de semana.
Flynn y su hijo, también llamado Michael, utilizaron las redes sociales durante la campaña electoral para difundir noticias falsas publicadas en portales de extrema derecha sobre presuntos delitos cometidos por Hillary Clinton, incluido una que vinculaba a los demócratas con una red de prostitución infantil.
Esa falsa noticia derivó el pasado domingo en un incidente en el que un hombre armado con un rifle abrió fuego en la famosa pizzería Comet de Washington porque quería investigar “por sí mismo” la presunta trama de prostitución infantil, de la que el restaurante servía como fachada.
Lejos de rectificar, el hijo de Flynn hizo evidente su afición por las falsas conspiraciones con el siguiente mensaje en las redes sociales: “Hasta que el #Pizzagate se demuestre falso, seguirá siendo noticia”.
CIDH vigilará ‘de cerca’
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió ayer al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que vigilará “de cerca” que las políticas que adopte durante su mandato respeten los derechos humanos. “No sabemos hasta el momento si habrá algún movimiento para avanzar en su plan de acción. Vamos a tener que esperar y ver de cerca qué es lo que va a ocurrir”, dijoa yer miércoles en Panamá la segunda vicepresidenta del organismo, Margarette May Macaulay.
Trump, que asumirá la presidencia de EU el próximo 20 de enero, adquirió notoriedad durante la pasada campaña electoral por su retórica contra la inmigración ilegal, especialmente la procedente de Latinoamérica y los países musulmanes. El polémico magnate tachó a los mexicanos que viven en Estados Unidos de criminales y narcotraficantes, y prometió construir un muro en la frontera con México y deportar a 11 millones de indocumentados.
También abogó por restaurar la tortura a los sospechosos de terrorismo y someterles al ahogamiento simulado, y cuestionó el hecho de que los Estados Unidos “trabajen con leyes” en esos temas cuando los terroristas no lo hacen. Desde que Trump fue elegido presidente, se han registrado cerca de 900 incidentes y crímenes de odio contra inmigrantes, musulmanes, afroamericanos y otras minorías en el país, según datos oficiales. “De producirse alguna violación de cualquier persona en la región es mandato de la comisión actuar”, recordó la comisionada durante la clausura del 159 Período Ordinario de Sesiones de la CIDH.
Durante este período, que dio inicio el pasado 28 noviembre en la capital paname- ña, el organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizó 37 audiencias públicas y atendió las denuncias de 200 organizaciones sociales de todo el continente.
Boeing promete controlar costes
El consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg, se comprometió a “controlar los costes” del nuevo modelo del avión presidencial en una conversación con el presidente electo de EU, Donald Trump, después de que éste pidiese cancelar el pedido por considerar su precio desorbitado, indicó ayer la compañía. “Muilenburg felicitó al señor Trump por su victoria electoral y se comprometió a trabajar con el nuevo gobierno para controlar los costes una vez que se establezcan los requisitos para el nuevo Air Force One (como se conoce el avión presidencial) y mantener el programa tan asequible como sea posible”, dijo Boeing en un comunicado. }
Asimismo, ambos discutieron “la importancia general del sector manufacturero estadounidense y la continuada y fuerte contribución de Boeing y su compromiso con los empleos en EU”. El gigante aeronáutico estadounidense trataba así de calmar las aguas después de que el martes pasado, Trump volviese a agitar la polémica desde su cuenta personal de Twitter, su red social favorita. “¡Que se cancele la orden!”, afirmó el presidente electo.
“Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4,000 millones de dólares”, escribió. El comentario hizo caer temporalmente las acciones de Boeing en Wall Street. Por su parte, el presidente electo redujo también el tono, al asegurar que había conversado anoche con Muilenburg, del que dijo que es “un gran tipo” y con el que iba a solucionar la controversia. “Para eso estoy aquí. Voy a renegociar precios.
Los aviones son demasiado caros. Vamos a reducir los precios. Si no logramos rebajar los precios, nos quedaremos con lo que tenemos”. Aunque el contrato actual del gobierno federal con Boeing es de 170 mdd para el estudio de las primeras fases del proyecto,la Oficina de Contabilidad del Gobierno cifró el potencial coste en 3,200 mdd para el año fiscal 2020.