El grupo yihadista Estado Islámico (EI) "será aplastado en todos los rincones del mundo", aseguró ayer el secretario de Estado estadunidense John Kerry, al concluir la tercera cumbre internacional contra ese grupo en formato "small group".
"He pedido a los países de la coalición nuevas contribuciones con base en lo que cada país puede dar, desde ataques aéreos, a logística o inteligencia", dijo.
Reconoció que "la guerra será larga, más de lo que es una guerra de un país contra otro", e incluso requerirá más tiempo que el conflicto contra la red terrorista Al Qaeda.
"Es un compromiso largo y duradero, pero si queremos sofocar al EI es fundamental desenmascarar sus mentiras", añadió.
Kerry advirtió que la crisis en Siria empeora "día con día", con 13.5 millones de sirios que requieren asistencia humanitaria, de los cuales seis millones son niños.
El secretario de Estado estadunidense llamó al presidente sirio Bashar al Assad a tomar medidas "inmediatas" para poner fin al asedio de las ciudades en las que se mueren de hambre.
"Al Assad es un imán para los terroristas", aseguró Kerry.
Indicó que mientras continúen las negociaciones en Ginebra debe mantenerse el cese al fuego y el acceso humanitario a la zonas más dañadas, como lo establece la resolución de la Organización de las Naciones Unidas "también votada por Rusia".
Según Kerry, es igualmente necesario un nuevo apoyo financiero para asegurar que las áreas liberadas en Irak se mantengan así, que sea restablecida la energía eléctrica y la dotación de agua y se pueda "regresar a la normalidad".
En relación a la situación en Libia, resaltó que "la última cosa" que se puede permitir es que "un falso califato tenga acceso a millones de dólares de ingresos petroleros" y que en el país africano se está por crear un gobierno de unidad nacional que impedirá la proliferación del EI.
Consideró que es necesario concentrarse en el adiestramiento de las fuerzas de seguridad libias y apuntar a una acción militar que permita no sólo "limpiar" el territorio, sino también crear un ambiente seguro en el que pueda operar el nuevo gobierno.
El canciller italiano Paolo Gentiloni aseguró que "ha habido avances sobre el terreno", pero que no sirve ningún triunfalismo y "es necesario mantener el compromiso militar en Irak".