Apuesta. Con la medida las instituciones pueden bajar los niveles de contaminación, señalan. (EFE)
Las instituciones bancarias pueden ayudar a disminuir los niveles de contaminación, a través de acciones como el modificar el material de las tarjetas bancarias.
Jorge Rangel de Alba, presidente del Consejo Administrativo de CIBanco, señaló que su institución seguirá con el proyecto que arrancó el año pasado, de cambiar la emisión de tarjetas de PVC por unas biodegradables.
CIBanco anunció hace unos meses la emisión de sus tarjetas VISA biodegradables con el fin de promover la filosofía de ser un banco verde.
"El uso de estas nuevas tarjetas biodegradables es un esfuerzo más que se suma a la serie de productos y servicios financieros verdes que CIBanco ha adoptado bajo la vocación de ser un banco verde, apostando por desarrollar un nuevo modelo de banca, redefiniendo los servicios financieros", agregó Rangel de Alba. Explicó que las tarjetas están hechas de poliácido láctico (PLA o ácido poliláctico), el cual es un termoplástico que se obtiene a partir del almidón de maíz, lo que permite transformarse en composta, para su fácil descomposición al término de su vigencia.
"La sustentabilidad es un enfoque de negocios que crea valor para los clientes, al ofrecer servicios financieros innovadores como una herramienta importante para que empresas y ciudadanos actúen con mayor responsabilidad en torno al cuidado y la conservación del medio ambiente", expresó.
Con todo y que su estructura está conformada de materia prima natural, el uso de ésta no compromete el adecuado funcionamiento y la calidad de las tarjetas.
