Las protestas organizadas ayer en Francia contra la reforma laboral del Ejecutivo socialista en el día de su presentación se saldaron con cerca de 40 detenidos, algunos coches quemados y otros daños materiales.
El Ministerio del Interior informó de que unas 43,000 personas salieron a las calles, de ellas entre 4,800 y 5,200 en París, una de las tres ciudades, junto a Nantes y Rouen, donde se dieron los principales altercados. El más polémico se produjo delante de un instituto de la capital y fue difundido ampliamente en los medios.