Calidad. El disco de Rafael Catana es una colección de canciones de esperanza. (ARCHIVO)
Rafael Catana define a su más reciente disco, Terregal, como una colección de canciones de esperanza con las que intenta desentrañar no sólo los acontecimientos que lo han marcado en los años recientes en México, sino además los sueños, recuerdos de la niñez e imágenes arquetípicas que se funden en un gran mosaico donde la música es la emisaria para compartir reflexiones, alegrías y ausencias.
Considerado uno de los exponentes más importantes de ese rock en el que las letras no son sólo otro acompañamiento musical, sino herederas de una tradición oral donde se plasman historias, vidas y momentos sociales, el artista presenta un material lleno de vida.
Después de discos como Un gato de corazón púrpura (1989), Polvo de ángel (1991), El Nagual (1997), La rabia de los locos (2001) y Caballo (2011), las letras de Terregal, proyecto producido por Óscar Fuentes, son en opinión de su autor un hilo conductor por esas historias humanas que a momentos se funden con lo onírico para crear esperanza, utopías y a veces esos finales felices que hubiéramos deseado tener.
"Hay por ejemplo una canción que se llama Punta cometa, que se basa en un sueño que tuve cuando desaparecieron los 43 jóvenes en Iguala, Guerrero.
Curiosamente entre la oscuridad mi mente trataba de encontrar alguna luz y aquel día mi subconsciente los imaginó en un lugar junto a la playa, tomando cerveza y disfrutando de la vida. Todos sabemos que no fue así, pero en ese sueño yo trataba de encontrar otras imágenes en medio del dolor".
El cantautor cree firmemente en que la era digital y las redes sociales han abierto nuevas oportunidades para la difusión del rock independiente en nuestro país, en una era donde los llamados Milenials ya tienen otros intereses y otras formas de consumo. Disco disponible en Educal.
