El italiano es el arquitecto de un sueño improbable.
A sus 64 años de edad, Claudio Ranieri nunca había conseguido un título de Primera División. Ni en su natal Italia, ni en España ni en Inglaterra o Francia.
Con un amplio currículum, que incluye a poderosos equipos como el Chelsea, Juventus, Inter de Milán, Roma o el Atlético de Madrid, el entrenador vivió su máximo logro con el menos pensado: el modesto Leicester City.
"Estoy muy orgulloso, feliz por mis jugadores, por el presidente, por el personal del club, por nuestros aficionados; es una sensación increíble", dijo Ranieri ayer tras saberse campeón de la Premier.
El italiano duró 8 meses desempleado antes de que lo tomara el club al que ahora le da su mayor alegría. Grecia lo despidió tras ganar un punto de 12 posibles en la eliminatoria para la Eurocopa; una impensable derrota contra Islas Faroe detonó su salida.
Ranieri encontró cobijo en Leicester, y su llegada no fue bien vista por muchos. Entre ellos por la emblemática figura de Gary Lineker, un histórico del club.
Era incluso el técnico favorito para ser despedido primero en la temporada 2015-2016. Ranieri, sin hacer tanto ruido, se puso a trabajar.
El objetivo inicial era salvar al equipo del descenso. Y tras hilar seis victorias consecutivas al inicio del ciclo, el entrenador buscó reforzar la parte defensiva.
"Les prometí una pizza a mis jugadores si lográbamos mantener el cero atrás", dijo. A partir de ahí, los Foxes consiguieron más de 12 victorias sin recibir gol.
"Los jugadores son fantásticos. Su enfoque, su determinación, su espíritu ha hecho esto posible; en todos los juegos dejan todo y me encanta ver esto en mis jugadores. Ellos merecen ser campeones", concluye Ranieri, quien a sus 64 años de edad sabe lo que es conseguir un título de Primera.
Después de ser despedido por el Chelsea, Ranieri logra el título en Inglaterra.