Los ediles consideraron las peticiones de los sindicalizados como abusivas y exageradas, además de que ponen en riesgo la precaria situación financiera que atraviesa el Ayuntamiento. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El Cabildo gomezpalatino respaldó durante la última sesión ordinaria la postura del alcalde José Miguel Campillo Carrete, referente a las negociaciones del contrato colectivo que tiene con el sindicato de trabajadores de la Presidencia Municipal, por lo que además, los regidores manifestaron su apoyo.
Los ediles consideraron las peticiones de los sindicalizados como abusivas y exageradas, además de que ponen en riesgo la precaria situación financiera que atraviesa el Ayuntamiento.
Por su parte, el regidor de Acción Nacional, Osvaldo Santibáñez García, dijo que el alcalde expuso el desarrollo de las pláticas que ha sostenido con los dirigentes sindicales, destacando que sería una irresponsabilidad, el hecho de autorizar nuevas plazas y sobre todo un número excesivo.
Tanto él, como los regidores Juan José Ramírez, Jacqueline Santos y Joshua Cruz Aragón y el Síndico Dagoberto Limones, consideraron absurda la demanda del líder Manuel Ochoa, quien se ha negado a firmar el acuerdo sobre la formación del fideicomiso del fondo de pensiones y agregó que resulta atípico, que mientras en todos los sindicatos del país la jubilación es después de 30 a 35 años de labor, el contrato laboral con dicho sindicato, establezca sólo 25 años de prestación de servicios.
Las cláusulas que contemplan esta cuestión de la jubilación dentro del Contrato Colectivo de Trabajo, fueron autorizadas hace varias administraciones atrás, por lo que los regidores reconocieron que esto representa un problema financiero para el municipio.
“Los trabajadores se jubilan después de 25 años de labores cumplidas, muchas veces en edades que apenas rebasan los 40 años de edad y además de esto, los puestos que dejan vacantes, debe de ser ocupado por un familiar”, indicó Santibáñez.
Explicó que es precisamente el Gobierno Municipal el que cubre las pensiones de los jubilados por otros 30 años o hasta su muerte y posteriormente, deberá seguir brindando la pensión a sus viudas.