En relación a la columna publicada el pasado miércoles sobre la Venta del Laguna recibí un correo electrónico enviado por el Sr. Raymundo Portilla Fernández, Presidente del Club Laguna en las temporadas 1975-1976 y 76-77, con valiosa e interesante información sobre este equipo, la cual corrobora y complementa el tema tratado. Por considerarla importante la publico hoy en este espacio.
Cuenta el señor Portilla que José Antonio Roca aceptó venir a dirigir al desaparecido equipo Laguna, después de permanecer cuatro años en el América, porque no le gustaba estar esperando que cesaran algún director técnico o entrenador como le decían entonces. Les advirtió que venía solamente por una temporada y no les prometía nada más.
"José Antonio Roca dirigió al Laguna la temporada 1975-1976, si mal no recuerdo se hicieron 39 puntos para quedar en noveno lugar entre 20 equipos, el mejor por mucho de todos los anteriores, y eso que se fallaron seis penas máximas que hubieran sumado más puntos. Esa temporada un servidor, Raymundo Portilla Fernández, fui Presidente del club y el Gerente fue el Lic. Víctor Sirgo Ortiz'', consignó.
Reconoció que fue el licenciado Sirgo Ortiz quien más trató al técnico José Antonio Roca, hijo de un asturiano, una persona honesta y educada. La llegada de Roca al Laguna despertó grandes expectativas entre la afición de la Comarca y aunque el equipo no calificó a la Liguilla realizó la mejor campaña en los diez años que militó en Primera División.
Los refuerzos extranjeros que contrató la Ola Verde para esa temporada fueron los argentinos Hugo del Carril y Alejandro Juan Onnis, sobre este último el señor Raymundo Portilla comentó que gozaba de un gran prestigio en Argentina y tenía un primo del mismo apellido jugando en Europa. "Nos costó si mal no recuerdo cincuenta mil dólares, aunque después lo vendimos por necesidad en una cantidad un poco mayor''.
Añadió que lo normal era que a los jugadores se les regalara la carta o cosa parecida, y si se llegaba a transferir era por menos del costo. Los que al final acabaron cargando con los gastos fueron don Alfonso Estrada González, don Óscar Russek, quien siempre apoyó económicamente al equipo, y el informante.
El señor Raymundo Portilla fue también presidente del equipo Laguna en la temporada 1976-1977 cuando contrataron al uruguayo y mundialista Horacio Troche para que supliera a José Antonio Roca. Troche representó a Uruguay en el Mundial de Alemania 1974, país en el que empezó su carrera de entrenador.
"Su esposa me dijo en una ocasión en que lo invité a mi casa en la avenida Morelos, que Carlos Gardel y el cognac, era lo que más hacia feliz a Troche. También recuerdo al portero Jorge Pohyú, que era yerno de Troche, muy alto y valiente para jugar'', relató.
Recuerda que el futbol de aquellos tiempos era muy diferente al de ahora, si bien no había los sueldos que hay en la actualidad, los ingresos no eran suficientes para operar el club. No tenían derechos de Televisión, ni apoyo de las autoridades.
A manera de ejemplo citó que cuando en compañía del Lic. Víctor Sirgo Ortiz fueron a visitar al entonces presidente municipal Francisco José Madero, quien no les ayudó en nada, pero sí les solicitó mil boletos gratis para regalar y también hablar por micrófono al medio tiempo de un partido, a lo que se negaron, ahorrándole un abucheo.
En cuanto a la afición apuntó que el cupo del desaparecido Estadio San Isidro era de doce mil personas, aunado a una gran cantidad de inspectores de alcoholes, de espectáculos, cronistas deportivos y otros que pretendían no sólo entrar gratis sino invitar a otros a ver el juego sin pagar.
En una ocasión, un aficionado con bastantes recursos le reclamó el tener que pagar por una hija de doce años, pues consideraba que debía asistir sin pagar, a lo que le dijo que su hija ocupaba un asiento de los pocos que había en la tribuna central.
Tampoco contaban con ingresos como ahora por parte de publicidad de firmas comerciales. El día que les tocaba jugar con Guadalajara celebraban "El Día del Club'' y los boletos costaban el doble. La gente lo tomaba a mal y en especial aquéllos que no tenían abono y sólo asistían a este juego y si acaso contra el América. El colmo fue un año que vino el Guadalajara y hubo medio estadio porque llovió y bajó la temperatura considerablemente.
"Creo que no se puede culpar a nadie de la venta del Club Laguna, sobre todo porque no se sabía por anticipado cuál sería la pérdida, pero puedo decir que nos saldría más barato tomar un avión cada semana y asistir a ver los juegos del Real Madrid que sostener al equipo'', concluyó el expresidente del desaparecido Club Laguna.
¡Hasta el próximo miércoles!
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