Extremo izquierdo rápido y habilidoso que hizo historia en el desaparecido equipo Laguna, tanto en Primera como en Segunda División, integrante del plantel que logró el ascenso el 18 de febrero de 1968 y preseleccionado olímpico. Su carrera futbolística fue corta, pero brillante, lamentablemente una triple fractura de tibia y peroné de pierna derecha le obligó a retirarse a la edad de 21 años.
El "Pato" Villarreal fue uno de los jugadores laguneros que debutó muy joven en Segunda División, tenía 16 años cuando hizo su presentación en la Rama de Ascenso, en un partido contra Celaya en la Ciudad de la Cajeta, el cual empató Laguna a un gol con anotación de Joaquín.
Empezó a jugar futbol a los diez años de edad en el equipo Nacional de la categoría Infantil, que dirigía el profesor Sergio Delgadillo Barrón. A los 13 años formó parte del representativo de la Asociación Cristiana de Jóvenes de México (ACJM) de Primera Fuerza, en el cual era entrenador y jugador Ricardo "El Matracón" Luna.
Fue precisamente "El Matracón" Luna quien lo llevó a la Ola Verde como utilero, con un sueldo mensual de cien pesos, y un día que faltaba un jugador para completar el interescuadras lo alinearon en el cuadro de los reservas, en ese entonces Joaquín tenía 15 años de edad.
Como era menor de edad, su padre, don Vicente Villarreal Villa, debió firmar una carta de consentimiento para que Joaquín pudiera jugar en Segunda División. Su primer sueldo de futbolista profesional fue de 500 pesos. Además, había que nivelar su peso, pues era de 55 kilos y debía fortalecer el aspecto físico, por ello la directiva de la Ola Verde le dio un vale para que fuera a diario a comer al desaparecido restaurante Atenas.
El entrenador Felipe "La Marrana" Castañeda lo debutó en la temporada 1965-1966 y de ahí "pa'l real'' fue titular indiscutible, tanto en Primera como en Segunda División.
Formó parte del equipo que derrotó al Zacatepec 1-0 el domingo 11 de febrero de 1968 en el Estadio Agustín "Coruco" Díaz, triunfo con el cual Laguna aseguró el ascenso a Primera División, y ocho días después se coronaba campeón de Segunda División al vencer al Zamora 5-0 el domingo 18 de ese mismo año.
En Segunda División sus maestros fueron Esteban "El Cachuchas" Méndez, entrenador de las reservas, Ramón "Mon" Romero, José Refugio "La Coyota" Fernández y Rafael "El Pelé" Padilla, compañeros de equipo, el último de ellos le enseñó a driblar.
Fue convocado por el técnico Ignacio Trelles a la Preselección Olímpica, pero una fractura en el tobillo izquierdo, producto de un "hachazo" de Efraín Loza, defensa central del equipo León, le impidió participar en los Juegos Olímpicos de México 1968.
En esa concentración tuvo de compañero al gambetero Fernando "Cordobés" Bustos, jugador de Cruz Azul, al cual admiró mucho y trataba de imitar en su estilo de juego.
Cuando el Laguna ascendió a Primera División llegó un grupo de jugadores, de los cuales aprendió mucho, como Jaime "Tubo" Gómez, Javier Barba, Claudio Lostaunau, Olinto Rubini y Salvador Reyes, este último le ayudó mucho a tener una visión periférica del campo de juego para dar el pase correcto.
El 21 de marzo de 1971 jugó el Laguna contra el Atlante en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, al minuto 43 Claudio Lostanau dio un pase en diagonal a Joaquín "Pato" Villarreal, quien no se dio cuenta de que el guardameta Rafael Puente había salido a tapar el disparo y su pie derecho chocó en el antebrazo del "Guama" Puente, al mismo tiempo que por atrás lo prensó el defensa uruguayo Enrique Cremonini, resultando con una triple fractura de tibia y peroné expuesto de pierna derecha.
Dos años estuvo en rehabilitación, pero la ciencia médica no estaba tan adelantada como hoy en día y se "cortó de tajo" su carrera, cuando apuntaba a grandes alturas.
Joaquín comenta que esta lesión la tomó con tranquilidad y le ayudó mucho a madurar como persona y padre de familia, integrada por su esposa Gloria Alvarado de Villarreal y sus hijos Jorge Luis, Inés Adriana, Karla Juliana y Gloria Janeth Villarreal Alvarado.
A su retiro profesional se dedicó a entrenar equipos durante 20 años en Río Grande, Zacatecas, en donde dirigió a Los Mazorqueros de Tercera División en 1977 y al año siguiente al equipo Azteca de Fresnillo de la misma rama. En 1993 regresó a Torreón para continuar con su carrera de entrenador en la Universidad Iberoamericana, en donde por diez años tuvo a su cargo el equipo de futbol femenil. También laboró en el Colegio Pereyra.
En el Colegio Cervantes trabajó durante una década y en el año de 2013 se jubiló, en la actualidad se dedica al comercio. El futbol ha sido su gran pasión y los recuerdos que guarda de su época de jugador y entrenador lo retroalimentan a diario.
¡Hasta el próximo miércoles!
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