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Reencuentro

Diálogo

YAMIL DARWICH

Decía el "Piporro" que "con dinero baila el perro" y el dicho retoma vigencia con el reencuentro entre los Estados Unidos de Norteamérica y la República de Cuba, algo esperado por muchos isleños y otros que abandonaron su tierra buscando aires de libertad y mejores expectativas de vida.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y el reencuentro sólo representa un primer intento de encontrar cómo atender los intereses de ambos estados.

Recordemos que Cuba fue durante mucho tiempo un país satélite de los norteamericanos, quienes habían desarrollado en la isla un polo turístico importante, con mala calidad de vida para los cubanos, incluidos alcoholismo, prostitución y algunos negocios, como el comercio del azúcar.

Debió llegar la Revolución Cubana, -1956- encabezada por Fidel Castro, con el triste recuerdo de lo acontecido en ella; posteriormente, un intento fallido de invasión, en la Playa Girón, -Cochinos 1961- campaña financiada por refugiados y ciudadanos norteamericanos.

Después vendría el enfrentamiento de Estados Unidos con URSS, -1962- dejando a John F. Kennedy y Nikita Jrushchov en una muy delicada posición por el intento de instalar bases nucleares rusas en la isla, obviamente inaceptable por el Tío Sam.

Desde entonces y ante la desatención de las ordenanzas de la ONU, Cuba sufre de un aparente sitio y embargo comercial que ha favorecido su ruina económica. Habrá que anotar que el severo empobrecimiento cubano se debe al sistema político dictatorial ineficiente, con Fidel Castro en el poder hasta hace poco tiempo, cuando cedió -al menos públicamente- la presidencia a su hermano Raúl.

El desarrollo y mantenimiento de las ciudades quedaron en el abandono y el deterioro fue haciéndose patente con el pasar de los años; incluya a los medios de comunicación amordazados, el pésimo transporte y la carencia de artículos de primera necesidad. Para muchos de nosotros son conocidas las historias de escasez y pobreza, narradas por los propios cubanos residentes en México, como ejemplo: las extenuantes filas para recibir unas cuantas papas o la imposibilidad de obtener medicamentos para sus enfermos.

Debo mencionarle el desarrollo científico tecnológico que se ha dado en la Isla, particularmente en el campo de la medicina, aunque tristemente insuficiente e inalcanzable para la población nativa, quienes no están incluidos en la administración política-militar.

Siendo así, para el gobierno cubano es vital encontrar fórmulas para sumarse al desarrollo mundial y participar de la economía global; la incapacidad de atender las necesidades de los habitantes y sentir la cada vez más creciente inconformidad del pueblo, hacen imprescindible romper con el cerco económico y alcanzar oportunidades de inversión y desarrollo.

En contraparte, el discurso político y el adoctrinamiento de las nuevas generaciones, hace harto difícil lograr tales propósitos por medios directos; sume la élite político-militar, desarrollada a lo largo de las décadas, que se ha mantenido fiel al castrismo y quienes verían perdidos sus privilegios en caso de abrirse al sistema democrático de occidente.

Cosa aparte, los compromisos con socios latinoamericanos que piden solidaridad en su lucha contra el "Imperialismo Yanqui", como Venezuela, desde la que, su dictador heredero Nicolás Maduro, ha acudido a la isla a renegociar su posición política, la deuda cubana y aporte petrolero.

Del lado norteamericano habrá que entender que sus intereses económicos tienen especial vigencia. Abrir ese nicho de oportunidad turístico-comercial es importante; de hecho ya varios inversionistas, particularmente empresarios hoteleros y restauranteros, han analizado sus oportunidades, influyendo en el ánimo político de su presidente.

Recuerde que en la comitiva de Obama se incluyeron inversionistas con visión de desarrollo turístico para la Isla, lo que a la vez representa muchas fuentes de trabajo e ingresos en dólares que aliviarían el caos económico de la dictadura disfrazada.

No deje fuera el interés político de los Castro y allegados, que podrían mantenerse en el poder, aun con la aceptación de unas aparentes elecciones libres. Recuerde que en esa farsa los latinoamericanos nos hemos vuelto expertos; para los estadounidenses, también sería una buena publicidad y el aseguramiento de la seguridad militar de la zona.

Siendo así, hubieron de ponerse de acuerdo ambas administraciones, para definir posturas ante el público y hacerse reproches calculados, hasta lograr cartas de intención de ambas partes, como un primer paso que lleve a cumplir los objetivos de fondo.

Es importante para Cuba el cambio y la llegada de nuevas oportunidades, cuando tiene a favor la calidad en educación, los avances en investigación tecnológica y sus altos haberes en desarrollo de profesionistas-científicos altamente capacitados, quienes, de encontrar posibilidades de desempeño, quedarían en la Isla a investigar, trabajar y enriquecerla.

Para los mexicanos: una advertencia más para "ponernos las pilas", ya que por las particularidades de ellos, como el ingenio, inteligencia natural y ansias de superación, confrontadas con nuestras debilidades: la impunidad, corrupción y falta de trasparencia, nos pondrían en desventaja.

Ydarwich@ual.mx

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